“A mí me dijeron que cómo iba yo a ejercer un puesto de presidenta siendo mujer”. Esa es una manifestación que forma parte de la cotidianidad de mujeres lideresas locales, alcaldesas e integrantes de Concejos Municipales que son víctimas de la violencia política.

O tal vez haya escuchado alguna historia de una mujer que se desarrolla en política que va mas o menos así:  “Hay dirigentes que dicen: -esta compañera maneja un perfil y no le gusta ni la fiesta ni nada entonces la verdad es que no me interesa tomarla en cuenta-”. 

El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), impulsa el proyecto de ley 20.308, el cual pretende prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en la política como práctica discriminadora por razón de género, que es contraria al ejercicio efectivo de los derechos políticos de las mujeres.

La iniciativa "Ley contra el acoso y/o violencia política contra las mujeres", es el resultado de la experiencia de veinte años de mujeres vinculadas, al derecho electoral, al derecho penal, al derecho parlamentario y en materia de especialización de violencia.

También puede que esta situación suene familiar“Cuando yo digo algo, no me pone atención y si un hombre dice lo mismo con otras palabras a él si lo apoya”.

Según la presidenta del Inamu y ministra de la condición de la Mujer, Marcela Guerrero Campos, los testimonios anteriores son prueba inequívoca de la urgencia de aprobar esta iniciativa y de brindar protección a las mujeres que participan en la política local o nacional, para que lo hagan plenamente y en igualdad de condiciones y oportunidades.

Guerrero dice que se debe promover la prevención, eliminar la impunidad y aplicar las sanciones correspondientes para lograr erradicar la violencia y discriminación que, de manera diferenciada, se expresa contra las mujeres en la política.

Costa Rica requiere eliminar también esa violencia contra las mujeres y avanzar, ahora sí, hacia una democracia paritaria”, puntualizó la jerarca. 

La ministra hizo un llamado para que las lideresas y mujeres vinculadas con la política rompan el silencio y denuncien la violencia que sufren dentro de los espacios de toma de decisión.

Guerrero recordó que algunas personas recurren al uso de estereotipos de género, generalmente ligados a la condición sexual, a la maternidad o al estado civil para tratar de desacreditar a una mujer en el ejercicio de un puesto o en el momento de aspirar a algún cargo de elección popular.

El proyecta tutela a las mujeres afiliadas y/o que participen en la estructura de los partidos políticos; a las mujeres que aspiren, sean precandidatas, candidatas de elección popular, ocupen cargos de representación política, o bien ocupen puestos en la estructura de organizaciones sociales (sindicatos, asociaciones civiles, cooperativas, asociaciones solidaristas y asociaciones de desarrollo comunal).