“Conocimos un paciente que nos contó sobre lo incómodo que era utilizar una bolsa de recolección cuando se tiene que mover y que voltear para vaciar, eso le generaba dolor por los movimientos, de ahí nace nuestra idea de conectar la bolsa, luego se acopla al dispositivo que desarrollamos y finalmente al catéter para evitar que le cause ese dolor”

Esas son palabras de la estudiante Marcela Aguilar, quien junto a sus compañeros Carlos Matamoros y Johel Barrios y Marcela Aguilar desarrollaron un prototipo de dispositivo médico para los pacientes con dolor crónico en su vejiga, que absorbe el dolor y de paso les ayuda a mejorar su calidad de vida.

Durante la fase de análisis de necesidades, los estudiantes visitaron hospitales y escucharon testimonios de pacientes que reportaban dolor cada vez que debían vaciar o recolocar la vejiga. Inclusive, el mínimo movimiento generaba dolor en el área pélvica que suele estar llena de centrales nerviosas.

Fue así como encontraron la posibilidad de desarrollar un prototipo que permitiera, a través de movimientos giratorios, poder reducir el dolor sin la necesidad de cortar el fluido de la orina, ni permitir que se fugara.

Iniciaron, posteriormente, el prototipado del dispositivo que incluyó diseños a mano alzada, diseños computarizados (herramientas CAD), análisis de materiales y etapas de interacción del prototipo. Todo este proceso demoró aproximadamente un año y medio.

Los dolores crónicos son generados frecuentemente como consecuencia de:

  • la incontinencia urinaria
  • la retención de orina
  • secuelas luego de cirugías, cáncer y enfermedades en los riñones y la próstata.

Se estima que a nivel mundial entre un 0.02% y un 0.07% de la población necesitará en algún momento de su vida utilizar una bolsa de retención y un catéter urinario. Es precisamente con estos dos dispositivos que interactúa el prototipo de los estudiantes.

Siguiente paso

Los estudiantes forman parte de la Maestría en Ingeniería de Dispositivos Médicos del TEC, impartida en Coyol Free Zone, que guía a los alumnos a través de las diferentes fases que permiten el desarrollo integral de prototipos y dispositivos.

Finalizada su maestría, sueñan con darle continuidad a su propósito de ayudar a pacientes con enfermedades renales desarrollando nuevos pruebas preclínicas y validación en pacientes, con la visión en etapas posteriores de poder patentizar la idea.

Se estima que en hogares de larga estancia hasta un 20% de la población podría padecer enfermedades urinarias y requerir el uso de una bolsa de recolección y un catéter urinario.