Cuando en el 2021 a mis setenta y cinco años cumpliditos creía que ya había pasado por donde asustan, me equivoqué. Porque este descomunal desgobierno entre pifias, desaciertos, pandemia y, sobre todo, estupideces me guardaban cosas insospechadas, sorpresas muy desagradables, sustos de todo orden, pero sobre la tragedia del “descerebramiento” gubernamental colectivo.
El pobre bicentenario de la independencia ha servido igual para un fregado que para un cocido, como dice el dicho español, y a propósito, ahora a cuento de la celebración nos traen de la Madre Patria un desafuero monumental, como la Plaza de Toros de las Ventas en la vieja Madrid.
Resulta, estimado lector, que a la poco celebrada ministra de cultura y al “ínclito” alcalde josefino Johnny Araya, se les ocurrió contratar a una empresa española para que presente un espectáculo de drones que realce los actos del 15 de setiembre, y que así no pasen inadvertidos. El anuncio de tal espectáculo será anunciado, posiblemente como su “principal aporte a la independencia” después de firmar los acuerdos con la OCDE y el FMI, al no menos “desilustrado” presidente Carlos Alvarado. Pero, ¿donde está el problema del pan y circo con que nos quieren engañar? Veamos.
- El “dronazo” nos costará, en media pandemia y con miles de costarricenses sin trabajo especialmente en el sector cultural, nada menos que… ¡150 millones de colones! ¡Vaya desfachatez!
- El desgobierno Alvarado, para endulzar al abandonado sector cultural, en el decreto del Bicentenario firmado a principios de año con la ministra Ausente, ofrecieron que la conmemoración serviría para promover y emplear a los miembros del sector artístico, creativo y cultural durante el año 2021 y no han hecho nada más que mentir. ¿O será que entendimos mal, y la promoción era para emplear a los españoles y no a los ticos?
- Ahhh pero por supuesto, don Johnny va para Madrid, pero no encaramado en un pequeño e incómodo drón, sino en un super lujoso jet de Iberia, en primera clase y empezando a degustar los vinillos de Rioja con un cocido madrileño.
- Mientras despilfarran miserablemente ₡150 millones, los costarricenses seguimos sin poder ser vacunados, no contra el COVID-19, sino contra la estupidez, el cretinismo y la estulticia del “desgobieno pacquiano-jhonista”, porque la “Muni de San Chepe” parece que pertenece al alcalde, gracias también a los regidores de dócil cerviz.
Fui el secretario de la Comisión Nacional que celebró hace 50 años el Sesquicentenario de la Independencia. Aquella celebración, en primer lugar, no fue flor de un día sino por el contrario de muchos meses. Para hacerlo tuvimos pocos recursos económicos, pero si un espíritu patriótico que cubrió todo el país, gracias a los medios de comunicación de la época, a políticas culturales pro-patria del Ministerio de Educación y del naciente Ministerio de Cultura al frente del cual estaba don Alberto Cañas. Las actividades fueron muchas y variadas para todos los costarricenses, no para una élite de soba levas que hacen usufructo de los goces del poder y de Europa.
¿Cuánto se podría hacer en beneficio de la cultura y del conocimiento de nuestra olvidada Historia y sus valores con ₡150 millones?… ¡Impensable! Solo se requiere saber hacer y qué hacer. Pero no los inefables van a dar el dronazo, posiblemente al alcalde, Johnny Araya su amigo de Madrid lo llevará a la Plaza de las Ventas para venderle la genial idea de los drones bicentenarios, aunque mejor podría llevarlo por la Calle del Rastro donde venden chunches viejos, antigüedades y muchas estafas también y así llamada porque por ahí arriaban el ganado cuando lo llevaban al matadero.
En fin, otra genialidad en tiempos de pandemia. Pero para mí, esto del dronazo, me inspira cerrar este comentario, como lo diría un buen español para que todo quede en casa y en verso: del bicentanario los drones, ¡no me toquen los… pantalones!
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.