La Junta Directiva del Colegio de Terapeutas de Costa Rica (CTCR) censuró las declaraciones dadas por Alexander Solís, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), quien afirmó que una alerta roja por la pandemia de COVID-19 daría una connotación de desastre nacional y que él creía que sería injusto afirmar tal cosa en este momento.

En conferencia de prensa, Solís dijo que él ni siquiera se atrevería a afirmar que existe una emergencia institucional en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), a pesar que sus gerencias y presidente pidieron al Poder Ejecutivo que declare alerta roja sanitaria por los niveles de saturación hospitalaria que se viven en estos momentos.

Al respecto, la directiva del CTCR afirmó que saben la realidad que viven cientos de sus agremiados en la primera línea de batalla, que han constatado el dolor que se vive en los hospitales y observan la lejanía obligada en las despedidas de los miles de costarricenses que han experimentado la muerte de sus seres queridos.

[Rechazamos] de manera categórica las declaraciones que desacreditan lo solicitado por el equipo de gerentes de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), representando a miles de personas que trabajan en los hospitales para paliar esta crisis.

La doctora Vivian Pérez, presidenta del Colegio de Terapeutas de Costa Rica, afirmó que tienen información de la saturación de los principales centros hospitalarios y que las cifras alarman.: "Hay miles de personas dándolo todo en este momento, para que veamos con desgano lo que sucede. Rechazamos categóricamente lo dicho por don Alexander y le pedimos que tome cartas en el asunto desde un punto de vista técnico de la realidad que viven los miles de funcionarios de la Caja Costarricense del Seguro Social”.

De la misma manera, el CTCR le exigió al Gobierno medidas sanitarias más fuertes, que contemplen la suspensión de las clases presenciales, al menos mientras la situación del país se estabiliza.

El Colegio de Terapeutas agrupa a seis profesiones que les toca estar al frente de la atención tanto del COVID-19 in situ como a las personas en su recuperación.

Por su parte, la Unión Médica Nacional envió un oficio al presidente Carlos Alvarado Quesada y al ministro de Salud, Daniel Salas Peraza en el que exponen "la catastrófica, insostenible y gravísima situación en la que se encuentra toda la red de servicios de la institución y en especial los hospitales que, colapsados, ya no logran atender la oleada impresionante de pacientes graves con COVID 19 y la cantidad usual de patologías agudas críticas que llegan a diario a todos los nosocomios del país".

El sindicato médico pidió conformar un Alto Consejo Científico para el manejo de la pandemia para que guíe el esfuerzo nacional en protección de la vida de los costarricenses y señalaron las medidas que consideran son urgentes y prioritarias de tomar para disminuir "esta tragedia que ya es una realidad", sin embargo, acusaron que los jerarcas ignoraron su petición y que en su lugar recibieron una respuesta que evidenció que no se habían comprendido sus observaciones basadas en evidencia.

En la carta, la Unión Médica acusa que los altos funcionarios no dieron la cara al pueblo costarricense y que en su lugar pusieron a terceros al frente de una conferencia que tenía a la población y personal sanitario ansioso de medidas urgentes y contundentes para paliar el peor escenario posible de la peor crisis de salud en 80 años de la Seguridad Social.

Fue esta una respuesta pobre y ofensiva para quienes, agotados y abrumados, dan todo de sí en nuestros hospitales de la CCSS para dar atención de alta calidad a más de mil pacientes doblegados por esta cruel Pandemia y para todo un pueblo ansioso de liderazgo efectivo en medio de tanta incertidumbre.

El presidente del sindicato, Dr. Edwin Solano Alfaro, afirmó que como médicos y costarricenses han cumplido con su deber ético y ciudadano, y que lo mismo hizo el cuerpo gerencial de la CCSS y su presidente ejecutivo, pidiendo una alerta roja sanitaria que nunca llegó.

El Cuerpo Médico de Costa Rica seguirá valientemente dando la lucha con los medios y condiciones que tenemos pero tenemos la certeza epidemiológica que muchas familias costarricenses pagarán con luto la incapacidad evidente de su gobierno de balancear la economía con la salud poniendo por encima de todo la VIDA, don precioso protegido por nuestra Constitución Política y por los más elementales principios de derechos humanos. Tanto dolor y muerte queden en la conciencia de quienes no supieron honrar el juramento hecho a la Patria de hacer cumplir la Constitución y de defender de los derechos humanos fundamentales de los ciudadanos nuestro país.