Por José Miguel Murillo Hernández – Estudiante de la carrera de Ing. Industrial

Jamás pensé que estas palabras saldrían de mi boca, de todas maneras aquí van: a través del tiempo he aprendido siempre a ser de pensamiento conservador. No es que esté diciendo que no lo sea, a lo que me refiero es que tras huir toda mi vida de la peste, hoy realmente comprendo cómo es. Me corroe por dentro la conciencia de que la normalidad nunca volverá a ser la misma, la que conocíamos. Llevo días y meses extrañando la vida que creo que perdí, imaginando y recordando con el paso de los días todo lo que me encantaba de mi vida antes de que pasara todo esto y que definitivamente ya no van a volver – los encuentros casuales en la calle, viajar y sobre todo el calor de un abrazo. Días y meses han pasado preguntándome adónde se fueron esos momentos y sobre todo cómo podría hacer para que regresen.

Pero finalmente comprendí la actitud entre murria y retrógrada de las personas conservadoras: entender que ese algo se nos escapa de las manos y buscar por todos los medios posibles la manera de que no se fuera del todo o que en algún momento volviera.

“Los desastres y las emergencias no solo arrojan luz sobre el mundo tal como es. También abren el tejido de la normalidad. A través del agujero que se abre, vislumbramos las posibilidades de otros mundos”.
Peter Baker, The Guardia

Hoy en día a todos se nos presenta la simple pregunta: ¿cómo se enseña la curiosidad? Algo que en teoría el sistema de entrenamiento de cualquier individuo podría responder. Debido a muchos procesos, las personas deben enfrentarse al inminente reto de la automatización, esto como tal es una idea muy reveladora porque, sin importar sus intenciones conservadoras, pone énfasis en el nivel de transformación por el que cada comunidad debe atravesar.

Ahora, si nos ponemos a pensar, el reto consiste en asumir que la nueva normalidad simplemente es la falta de lo normal o, tal vez, que esta que estamos experimentando es más pasajera de lo que habíamos anticipado. De ahora en adelante no viviremos en un mundo sin restricciones, pero sin dudarlo puedo decir que en este momento vivimos en un mundo donde las restricciones son impuestas por individuos en lugar de empresas o, como debería de ser, gobiernos.

La paradoja es que, con más libertad personal, el destino de las personas se encuentra más abierto que nunca, lo que nos da a entender que nos adentramos en mundo mejor donde lo raro es y será resuelto con lo simple y lo obvio. Hasta ahora, todo lo que hemos podido percibir en la llamada revolución digital es realmente el principio de la reinvención del mundo. Uno de los cometidos de las generaciones pasadas es no retrasar más la transformación generacional indebidamente.

Regresar a la nueva normalidad estará estrictamente sujeto a la compañía del convencimiento de ahondar en todos esos cambios realizados por los gobiernos en general, y atender todo lo que tenga inherencia directa en la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos en general.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.