Por Fiorella Peña Madriz - Estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial
¿Quién le pondrá un fin a la pandemia? Esta pregunta, junto a cuándo será el final de la crisis, invade la mente de la mayoría de personas. Para muchos, quien le pondrá un fin a la situación en la que se encuentra el mundo será quien desarrolle de manera efectiva una vacuna contra el COVID-19. Al día de hoy, el desarrollo de esta ha representado una competencia entre distintos países, la mayoría son potencias mundiales. Quien logre desarrollar el inyectable de manera exitosa logrará un prestigio a nivel internacional, ya que su significado e importancia va más allá de un tema sanitario, se termina convirtiendo en un juego político de poder, en el que todos quieren los aplausos y el reconocimiento del sistema internacional.
En este momento, los históricos rivales Rusia y Estados Unidos se encuentran en la competencia por la vacuna, reviviendo su hostilidad. Rusia, quien recientemente anunció ser el primero en registrar una vacuna contra el COVID-19, ha despertado la preocupación de distintos países, aún más tomando en cuenta la manera en la que su régimen político es percibido. A la vez, EEUU ha sido acusado de querer comprar los avances en cuanto a la vacuna de otros países, así como de hacer promesas vacías con fines políticos para la campaña de su actual presidente, Donald Trump. Según indicó la Organización Mundial de la Salud (OMS), se sabe de más de 160 vacunas en proceso buscando ser el antídoto (Sánchez, 2020). A la vez, China, el país donde originó el virus, busca la fórmula para el antídoto no solo por el prestigio que esto significaría, sino también como una manera de restaurar su tan dañada reputación gracias al COVID-19.
A nivel de política internacional, quien desarrolle la vacuna, más allá del crédito, tendría en sus manos el poder de utilizarla como un mecanismo estratégico para acercarse a sus intereses políticos y económicos. El poseer una vacuna efectiva para el coronavirus significaría ponerle un final a la crisis mundial, lo cual pone en un pedestal a quien la consiga primero, y le abre el panorama a cientos de posibles socios y aliados nuevos. Dependiendo de cual sea el país ganador en la competencia por el antídoto, las estructuras de poder dentro de la comunidad internacional cambiarán grandemente. En caso de que Estados Unidos acabe de primero en la carrera, el funcionamiento del sistema internacional no sufriría muchos cambios notorios; pero caso contrario, si China es quien vence en la competencia, el país asiático finalmente tendría el liderazgo internacional que tanto le ha disputado a EEUU.
El coronavirus ha traído consigo cambios inimaginables, y los ámbitos de política y economía han sido los más golpeados, incluido el comercio internacional. Las políticas nacionales e internacionales han estado en la mira de todas las personas, aún más considerando que los gobernantes son quienes tienen la responsabilidad de manejar la crisis a lo interno mientras trabajan de manera cooperativa en la comunidad internacional. Como cada país decide relacionarse con los demás ha variado, por lo que las relaciones políticas cambiaron abruptamente; y con la vacuna pudiendo verse en el horizonte, es solo de esperar que cambien aún más, y que quien se declare ganador en la carrera por el antídoto provoque una transformación en las estructuras de poder que el mundo conoce.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Sánchez, K. (2020). Vacuna contra covid-19, el santo grial de la política mundial. https://www.elpais.com.co/politica/vacuna-contra-covid-19-el-santo-grial-de-la-mundial.html