El filósofo estadounidense Irwing Edman dijo que la vida siempre está en algún punto de giro. Nunca mejor dicho que para la vida de mi amiga, Claudia Dobles. Cuando nos conocimos con carnets 98 y 99 en la Universidad de Costa Rica las dos teníamos sueños y ambiciones, pero ninguna sospechaba, ni deseaba en ese momento, a dónde llegaría ella eventualmente. “Nunca me imaginé estar en esto” me cuenta Claudia en el nuevo episodio del podcast De Tripas Corazón.
La vida de Claudia está marcada por puntos de giro, como la de cualquier persona. A final de cuentas todos los seres humanos, sin importar nuestra posición, no somos más que eso: simples personas. Pero hay de puntos de giro a puntos de giro, y el de Claudia no deja de sorprenderme. Como tampoco deja de sorprenderme cómo lo ha llevado ella.
Teoría y práctica
Del dicho al hecho hay un gran trecho. Claudia tuvo una primera probada de lo distinto que puede ser el teorizar sobre algo y el ponerlo en práctica, cuando se graduó de arquitectura y empezó a diseñar. “Nunca nos impartieron una visión realista de lo que significa realizar un proyecto”, me dijo. Ver su visión de diseño afectada por presupuestos, clientes, equipos de trabajo, jefes, y demás elementos de la vida real, fue algo que la impresionó, “la calle fue un golpe”.
Pero Clau se adaptó, y su carrera en arquitectura pronto se asentó en una trayectoria de éxito. Ello la fue alejando de su parte favorita: el diseño. Pronto se vio manejando equipos, dirigiendo oficinas internacionales y lidiando con la administración de proyectos. Los puntos de giro se acumulaban pero ha habido un tema que contrasta por completo: la estabilidad de su relación con Carlos. Es que es difícil imaginar un momento en el que él no fuera parte de la vida de Claudia, si han estado juntos desde el cole. A veces uno jala más el vaivén de la pareja, y a veces el otro.
Cuando se fueron a vivir a Panamá fue por Clau, porque le ofrecieron un trabajo espectacular. Cuando volvieron a Costa Rica fue por Carlos, porque le ofrecieron un trabajo espectacular.
Contraste
Por dicha ya Claudia se había entrenado en las diferencias entre la teoría y la práctica. Porque en el 2018, su vida dio otro giro y se llenó de contrastes vertiginosos. Ella es una persona reservada y nunca fue amiga de publicar su vida en redes sociales, pero ahora cada paso que da enfrenta el escrutinio incesante de su país. Ella siempre fue independiente económicamente, pero ahora trabaja larguísimas horas sin remuneración monetaria. En su vida profesional se acostumbró a la velocidad con la que debe responder la empresa privada, pero ha tenido que aprender que los tiempos políticos son casi geológicos. Y su vida privada es quizás la que ha cambiado más. Carlos pasó de ser su amigo y esposo en el cual descargar el stress del trabajo, a ser su jefe.
Stephen King dice que la cultura pop se trata de personas ordinarias en circunstancias extraordinarias, y que la literatura trata de personas extraordinarias en circunstancias ordinarias. Por más que lo piense, no puedo decidir en cuál de las dos categorías cae mi amiga.
En este podcast hablo con personas a las que admiro y de las cuales puedo aprender sobre la valentía que requiere saberse vulnerable, y de Claudia se puede aprender muchísimo. Claudia es mi amiga, y es humana. Yo siempre la he visto, y la veré, a través de ese lente. Como costarricense hay cosas que me podrán parecer mejor o peor en la gestión gubernamental actual, pero mi admiración por ella es inamovible. Lo es porque he sido testigo del detrás de escenas desde mucho antes del 2018, y conozco de primera mano la madera y autenticidad de mi amiga, que marca los valores que ha llevado hoy a su despacho y gestión.
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