Un buzo estaba en problemas en la costa inglesa. Agotado, intentaba asirse de las rocas mientras las olas lo atacaban por todos lados y lo sacudían sin parar. Los rescatistas observaban la escena sin decidirse a qué hacer. El helicóptero no podía alcanzar al buzo, y las olas parecían demasiado riesgosas para atreverse a nadar hasta él. Pero Becci Jewell se había entrenado con los rescatistas de la traicionera costa escocesa, así que la escena era más familiar para ella. Se ofreció a lanzarse al agua y minutos más tarde el helicóptero lograba recoger al buzo gracias a la pronta acción de la rescatista, una de las pocas mujeres en ese cuerpo de voluntarios.
En este episodio del podcast De Tripas Corazón converso con la bióloga marina Becci Jewell, que más que científica es una aventurera hasta el tuétano. Para Becci, a las zonas de confort hay que evitarlas como una plaga, y ha dedicado su vida a conquistarse a sí misma a través de retos al aire libre cada vez más difíciles.
Todo es un balance
Becci desarrolló su amor por la naturaleza y la aventura desde que era una niña. Tal vez fue el hecho de que siempre tuvo acceso a la naturaleza, de que sus papás nunca le dijeron que las niñas no debían hacer ciertas cosas, o de que su vida nunca estuvo regida por reglas demasiado estrictas. Por las noches solía salir a su jardín y hacer una pasta con lodo. En medio, colocaba restos de la cena. A la mañana siguiente se divertía identificando los animales que habían consumido las comida, basada en las huellas que habían dejado en el lodo.
Desde entonces Becci supo que sus valores y vocación tienen que ver con vivir una vida de aventura. Con tal de vivir de acuerdo con ellos, está dispuesta a pagar precios. Por ejemplo, el no tener una estabilidad laboral tal como la entendemos la mayoría de nosotros. Como bióloga marina es parte de numerosas expediciones, pero no suele agendarlas con mucha anticipación para evitar compromisos que le impidan aceptar una aventura inesperada. Para ella, manejar el stress de las presiones sociales que le sugieren que debería tener una existencia más estructurada, es un precio aceptable a cambio de nuevas experiencias en cada vuelta de la esquina.
En su libro The Subtle Art Of Not Giving A F*ck, Mark Manson dice que “es el acto de elegir tus valores y vivir de acuerdo con ellos lo que te hace grande, no cualquier resultado o logro”. Mark se sentiría orgulloso de Becci, que decide sus aventuras no para demostrarle nada a nadie, si no solo por el placer de vivirlas.
Ballenas, osos y kilómetros
La nueva aventura de Becci consiste en recorrer desde Alaska hasta México en bicicleta, siguiendo la migración de las ballenas grises. Completamente sola. Eso la expuso a las inclemencias del tiempo, a retos de resistencia física hiper demandantes, y a acampar aterrorizada por los osos que rondaban en la noche. Becci sintió miedo, frustración, agotamiento… pero nada de eso importaba porque desde el principio tenía claro de que el reto iba a ser monumental.
De hecho, la magnitud del desafío fue lo que la atrajo a él. “Si sabes que lo quieres hacer es 100% realizable, ¿cuál es el punto de hacerlo?”, me dijo. A ella le da prácticamente lo mismo si consigue su objetivo o no, pero lo que está claro es que la meta debe ser lo suficientemente difícil como para que valga la pena luchar por ella. El foco está en el proceso de conquistarla, no en el resultado obtenido.
Nota: este podcast es una conversación en inglés.
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.