Diana Bustamante es una joven de 25 años que estuvo en una situación crítica tras su contagio de COVID-19. Lo anterior debido a que el coronavirus le produjo neumonía (infección en los pulmones) y estas complicaciones requirieron del auxilio de los especialistas del Hospital San Juan de Dios.
La hoy sobreviviente tuvo que someterse a una perforación branquial en la Unidad Broncopulmonar del Hospital San Juan de Dios. Este procedimiento se realizó por primera vez en Costa Rica y encima en un caso tan complejo, derivado de las afectaciones del SARS-CoV-2.
La joven es madre de una niña de seis años y vecina del cantón de Mora. Según informó la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) al relatar su historia, en un inicio le dolía mucho la cabeza, tuvo fiebre y después no podía respirar.
Por esta razón asistió al área de Salud Mora-Palmicha, donde más tarde la trasladaron al San Juan de Dios de emergencia.
La condición de Diana era grave y para poder mejorar su estado era necesario realizarle una cirugía para limpiar el espacio pleural.
Esta cavidad está localizada entre los pulmones y debajo de la pared torácica y por lo general se encuentra vacía, pero en este caso se encontraba saturada de pus, por lo que no permitía que los antibióticos actuaran de forma correcta.
Según el cirujano toráxico, Ricardo Alfaro Pacheco, la situación de Diana era muy delicada. El médico mencionó que la cirugía significaba un riesgo muy grande pero que había que ofrecerle un manejo óptimo de la situación.
El procedimiento duró 45 minutos, participaron dos cirujanos de tórax y el equipo de sala de operaciones que está formado por enfermería y un médico anestesiólogo.
A pesar de que la cirugía fue exitosa, Diana enfrentó otro procedimiento quirúrgico: los neumólogos intervencionistas colocaron dispositivos similares a un corcho (tapón) para cerrar la fuga. Estos tapones en los bronquios son llamados “spigots” e hicieron que la fuga se cerrara por completo.
Juan Antonio Botero, neumólogo intervencionista explicó que Bustamante al ser una mujer joven y con una buena condición (antes de la COVID-19), era candidata para el procedimiento por lo que la cirugía se le realizó para salvarle la vida.
Además, el especialista detalló:
Su pulmón estaba bastante dañado, esa zona quedó similar a 'una llanta cuando se pincha', y los cirujanos en ese momento no podían cerrar la fuga porque el pulmón estaba muy inflamado. La fuga bronquial la cerramos utilizando unos dispositivos que se llaman “spigots”, son como un corcho que colocamos en el bronquio que está alimentando la fuga con el objetivo de cerrarlo. Si la fuga no se puede corregir la mortalidad es mayor al 90%”.
La Unidad Broncopulmonar, del San Juan de Dios fue inaugurada en febrero del 2020. Este lugar cuenta con un área especializada para realizar procedimientos de neumología intervencionista y de hospitalización.
Luego de las intervenciones médicas, Diana todavía visita el hospital dos veces por semana para recibir rehabilitación post COVID, por síndrome de pie caído debido al encamamiento prolongado.
Rehabilitación post COVID-19
De acuerdo con Allan Araya Sánchez, terapeuta físico en este momento hay 35 pacientes en seguimiento con secuelas por el internamiento debido al covid, reciben atención domiciliar virtual y de consulta externa.
Un médico fisiatra y los fisioterapeutas trabajan en la rehabilitación física de pacientes COVID-19 desde que están internados.
De acuerdo con Diana, no se puede tomar a la ligera la COVID-19 y por eso comentó que:
No esperen a vivirlo o a que un familiar tenga que vivirlo, para tomar las medidas que tenemos que tomar como personas, que seamos más conscientes, valoremos la vida. Esto es muy real, esto puede hacer que muera un hermano o un hijo, o un papá. No esperemos a que lleguemos a esos términos. Nosotros tenemos en nuestras manos el poder de cuidarnos y de ser conscientes como seres humanos".