Un 8 de marzo de 1908, un grupo de mujeres que trabajaban en una industria textil en Nueva York, hicieron una huelga para exigir sus derechos a condiciones laborales más humanas y salarios más justos. El dueño de la fábrica envió a cerrar las puertas de esta, para que las mujeres desistieran de la huelga, sin embargo, el resultado de eso fue que la fábrica se incendiara y las mujeres trabajadoras murieran.

En 1975 se declaró el 8 de marzo, como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a esas mujeres que levantaron la voz por sus derechos.

El 8M no es una fecha para celebrar, ni para felicitar, ni para regalar flores, ni hacer promociones o descuentos, ni chistes. Es una fecha llena de mucho dolor, fortaleza, resiliencia y lucha por la reivindicación de los Derechos Humanos.

Y es que ahí no acaba todo, la historia nos demuestra que, en cada espacio, en cada momento, las mujeres hemos tenido y tenemos que levantar la voz por nuestros derechos.

En política muchas veces escuchamos la frase: “sin mujeres no hay política” y tal vez para usted suena exagerada y hasta egocéntrica, pero es una frase tan real, como es real la lucha histórica que nosotras las mujeres hemos emprendido.

Devolvámonos al año 1923, cuando la Liga Feminista emprendió una lucha por el derecho al sufragio, lucha que se mantuvo por 26 años, hasta que, en el año 1949, se logró que en la Constitución Política se reconociera el derecho de las mujeres al sufragio.

Y posiblemente con este dato ustedes creerán que ya a las mujeres a partir de ahí se nos garantiza todos los derechos políticos, pero les pregunto; desde 1949 hasta la fecha, ¿cuántas mujeres han ocupado la Presidencia de la República de Costa Rica? ¿Cuántas mujeres han ocupado la Presidencia de la Asamblea Legislativa? ¿Cuántas han ocupado la Presidencia de Juventudes?

  • Una mujer ha ocupado la Presidencia de la República: Laura Chinchilla Miranda, 2014-2018.
  • Tres mujeres han ocupado la Presidencia de la Asamblea Legislativa: Rosemary Karspinsky Dodero, 1986–1987, Rina Contreras López, 2000-2001, Carolina Hidalgo Herrera, 2018-2019.
  • Dos mujeres han ocupado la Presidencia de Juventudes: Nicole Mesén Sojo (yo), 2018-2019 y Evelyn Vásquez Villalobos, 2019-2020.

Ni que decir de la paridad de género en las últimas elecciones municipales, donde algunos partidos no quisieron aplicarla, a pesar de que habían reformado el Código Electoral para ello.

Y es que, hasta eso, a veces la paridad la aplican solo por obligación o por rellenar, dejando casi siempre a las mujeres en un segundo puesto, ¿o acaso no se dieron cuenta que en las pasadas elecciones municipales del 2020, sólo el 11% de las Alcaldías las ocuparon mujeres?

Y si creen que, para las que si hemos logrado llegar a los espacios de toma de decisiones, se nos garantiza los derechos políticos, pues déjenme decirles que NO. La lucha no acaba llegando a los espacios, al contrario, se incrementa, porque no sólo nos ningunean, nos invisibilizan, nos menosprecian, nos roban el crédito, los discursos, los aportes, las iniciativas, sino que también nos violentan, nos violentan por alzar la voz, por aportar, por trabajar, por luchar. Nos violentan haciéndonos sentir menos. Nos violentan hasta por decir Presidenta o por la forma en que llegamos vestidas al trabajo. Y si, lo digo en plural porque mucho de lo que he escrito, me ha tocado vivirlo en 8 años de estar en política. Y aunque es desgastante tener que lidiar con todo eso todos los días, si algo he aprendido, es que la lucha que en su momento otras mujeres dieron para que yo hoy pueda votar y pueda estar en un espacio de toma de decisiones y la lucha que otras mujeres al igual que yo, damos actualmente para abrirle el camino a las que vienen, para que puedan llegar sin obstáculos, ha valido, vale y valdrá la pena.

La participación de las mujeres en política no es una caridad que se nos tiene que dar, es un Derecho Humano. Somos el 50% de la población y TENEMOS que estar ahí. Lo que no se ve y no se nombra no existe y la representatividad de las mujeres desde la interseccionalidad en los espacios de toma de decisiones, es esencial para lograr un verdadero desarrollo.

A las que lucharon porque yo hoy tenga los derechos que tengo, GRACIAS. A las que ocupan un cargo de elección popular, sigan valientas levantando la voz y luchando.

Sigamos incomodando, porque: ¡¡¡sin mujeres no hay política!!!

Además, sigamos deconstruyendo lo que nos han enseñado y sigamos construyendo lazos de unión y sororidad, de manera que si vemos que una compañera mujer sea en el espacio en el que esté, sufre violencia, la podamos acuerpar, apoyar y alzar la voz. Que no esperemos a que nos pase directamente a nosotras para hacerlo.

También los hombres tienen un rol importante para la erradicación del machismo y la misoginia. Acompañar las luchas, levantar la voz, denunciar, no replicar conductas que lesionen la integridad de las mujeres, deconstruir las masculinidades tóxicas, es esencial para lograr una sociedad más justa y equitativa entre hombres y mujeres.

No es una competencia, es entender que todas las personas por el simple hecho de ser personas, merecen tener las mismas condiciones y los mismos derechos. Es lograr que normalicemos la participación de las mujeres en la política, en la ciencia, en la ingeniería o en cualquier otro espacio. Es entender e interiorizar que acosar, imponer y violentar no es correcto.

Hagámoslo por las que estuvieron, por las que están y por las que estarán.

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