La Federación Costarricense de Pesca Deportiva (FECOP) advirtió, mediante un comunicado de prensa, sobre los altos índices de mercurio que existen en muestras nacionales de pez vela y marlín.

Esta advertencia surge porque, el pasado 17 de marzo, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) y el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) garantizaron la seguridad sanitaria e inocuidad de productos pesqueros para consumidores costarricenses, sin mencionar los riesgos de estas dos especies.

La doctora Marina Marrari, bióloga marina y directora ejecutiva de FECOP, manifestó:

Ante la proximidad de la Semana Mayor, cuando crece el consumo de pescado por parte de los costarricenses, hacemos un llamado a la ciudadanía a observar sus tradiciones consumiendo variedades de pescado y mariscos que, como el pargo, la corvina y la tilapia, no presentan altas concentraciones de mercurio tóxico."

El comunicado de la FECOP se basa en un estudio publicado en la Revista de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional de Costa Rica, titulado “Interpretación del contenido de mercurio en muestras nacionales de pez vela (Istiophorus platypterus) y marlín (Makaira spp. o Tetrapturus spp.) a partir de parámetros toxicológicos internacionales”, liderado por el especialista en química ambiental y gestión ambiental Carlos E. Calleja.

Este estudio analizó 22 muestras de especímenes de pez vela y marlín, disponibles en el mercado local, y señaló la presencia de concentraciones de mercurio en tejidos que superan los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para consumo seguro de 1 mg de mercurio por kilogramo de pescado.

Los productos del mar constituyen una excelente y sana fuente de proteína nutricional, pero debemos evitar los riesgos asociados al consumo de pez vela y marlín por las altas concentraciones de mercurio en su carne.

El consumo anual de productos pesqueros por costarricense, según datos de INCOPESCA, es de 6,3 kilogramos de pescado. Esta cifra es considerablemente baja, según lo recomendado por la Organización Mundial de Salud (OMS).