Este miércoles 4 de marzo el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, firmó el Decreto 42878-MP-MDHIS que oficializa la “Política Nacional de Cuidados 2021-2031”, bajo el nombre Teresita Aguilar Mirambell. El proyecto se propone implementar progresivamente un sistema de atención a las personas con alguna situación de dependencia.

Atendiendo a una deuda histórica con esta población la Política Nacional de Cuidados pretende implementar un sistema que promueva la dignidad y la innovación en el cuido de las personas que se encuentran limitadas por una situación de dependencia.

La firma del decreto se realizó en el marco del Consejo Presidencial Social este miércoles. Además del presidente, fue firmado por la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, y el ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social y presidente ejecutivo del IMAS, Juan Luis Bermúdez.

La iniciativa pública está diseñada para ofrecer bienestar a personas adultas mayores, con discapacidad o con enfermedades crónicas que necesitan apoyos y cuidados para realizar sus actividades diarias, así como ampliar la cobertura de prestaciones ya existentes y sumar nuevas modalidades de cuidados que combinan el entorno familiar y el uso de la tecnología.

Servicios como la teleasistencia, atención en el domicilio, centros diurnos, residencias de larga estancia y la Red de Cuido de Personas Mayores, llevarán bienestar a las personas que requieren cuidados y a sus familias. Asimismo, según detalló el Ejecutivo, se procura evitar la institucionalización de esta población, poniendo énfasis en servicios de base domiciliar que posibiliten a las personas en situación de dependencia permanecer en su hogar la mayor cantidad de tiempo.

Este es un avance significativo para reivindicar a las poblaciones históricamente invisibilizadas, ya que permite ejecutar acciones que mejoren de una forma articulada e integral su situación y la de sus cuidadores”, dijo el presidente Alvarado.

Población objetivo

La población objetivo de esta política son las personas de todas las edades que tienen una dificultad permanente o prolongada para realizar al menos una de sus actividades básicas de la vida diaria sin apoyos, así como las personas cuidadoras que trabajan de forma remunerada o no, que tendrán acceso a servicios de respiro al cuidado y prevención del “burnout” o fatiga extrema.

La articulación de ese sistema de apoyo a los cuidados y el aumento de su cobertura se hará de forma gradual. La meta de atención al 2031 es cubrir al 56% del total de personas en situación de dependencia. Esa cobertura incluye el 89% de personas dependientes graves y moderadas. La inversión necesaria para ello es cercana a 0,4% del PIB, cubierto en parte por presupuestos institucionales ya existentes.

Asimismo, la política incorpora líneas de trabajo para garantizar la adecuada calidad y oportunidad en las prestaciones brindadas, así como ampliar opciones de capacitación, cualificación y atención de personas que se emplean en esos servicios de cuidados.

Costa Rica sigue ampliando su sistema de protección social para mejora la calidad de vida de las familias y evitar el costo que hoy la sociedad asume indirectamente ante la falta de servicios articulados de cuidados. La carencia de sistemas de apoyo disminuye la posibilidad de la persona cuidadora de participar en el mercado laboral formal y también aumenta los costos para el sistema de salud”, afirmó Juan Luis Bermúdez, ministro de Desarrollo Humano e Inclusión Social y presidente ejecutivo del IMAS.

Trabajo no remunerado e inequidad de género

Según los datos recabados por la administración los cuidados son realizados en un 90% de los casos de forma no remunerada en el entorno familiar, y 7 de cada 10 personas cuidadoras son mujeres. Además, al 2050, se estima que la demanda de cuidados será 4 veces mayor que la actual. Por tanto, entendiendo los cuidados como un derecho social, se apuesta por una respuesta institucional a los retos sociales, económicos y demográficos actuales y futuros.

Se estima que en Costa Rica hay cerca de 280 mil personas en situación de dependencia, es decir, que tienen dificultades y requieren de apoyo de otra persona para realizar sus actividades básicas de la vida diaria. De ellas, más de la mitad son mayores de 65 años.

Dato D+: Datos del IMAS indican que Costa Rica actualmente ha duplicado el porcentaje de personas adultas mayores que tenía en el año 2000 y comparativamente, envejece a un ritmo mayor que otros países de la región. Se estima que para 2065, sea la sociedad más envejecida del continente. Asimismo, Costa Rica es el país con mayor esperanza de vida al nacer de Latinoamérica, y el segundo de América, solo superado por Canadá.

Según el viceministro de Desarrollo Humano, Francisco Delgado, “con la implementación de esta Política, se busca que se reconozca el valor las actividades de cuidado y que se convierten en una responsabilidad compartida entre Estado, familias, comunidades y empresas”.

Desde el punto de vista de la gestión de los cuidados y apoyos, esta política apuesta por las alianzas público-privadas, y se sustenta en un enfoque de corresponsabilidad social de los cuidados y apoyos.

El Sistema está integrado por 10 instituciones públicas que articularán esfuerzos y recursos en torno a la rectoría del Ministerio de Desarrollo Humano e Inclusión Social, con el acompañamiento técnico del IMAS. Dentro del sistema se encuentra el Ministerio de Trabajo y el Instituto Nacional de Aprendizaje. Esto pretende generar, junto al Instituto Nacional de las Mujeres, un mecanismo para posibilitar puentes de mujeres al mercado laboral. Tanto para cuidadoras formadas, como para aquellas que tuvieron que dejar sus puestos de trabajo para regresar a casa a cuidar de una persona dependiente, por no tener otra alternativa.