Las siguientes semanas van a ser importantísimas para Jonnathan Singh Alvarado, costarricense radicado en Estados Unidos desde hace más de una década.
Este joven científico está a punto de ingresar a su postdoctorado en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard.
Por eso esta semana y días antes de que emprendiera su viaje a Boston, desde Delfino.cr conversamos con él para detallar su trayectoria y su paso por la ciencia norteamericana.
Singh es un científico costarricense nacido en San José, quien vivió gran parte de su vida en Pocora, Limón.
Al consultársele cuáles fueron las motivaciones que lo llevaron a inclinarse por las ramas de la ciencia, su respuesta no titubea: la influencia de su padre fue la clave, el primer paso para llegar a donde se encuentra ahora:
Mi curiosidad y la influencia de mi papá me hacían hacerme preguntas e intentar contestar a partir de la interacción que tiene uno con el mundo, es decir, percibir la curiosidad e intentar responder eso que nos cuestionamos. Esa posibilidad fue algo que en realidad me inspiró mucho".
Así, y con ese motor a cuestas, Singh empezó su camino en el colegio científico de Cartago, donde inició su acercamiento a la ciencia, a la posibilidad de experimentación y el aprendizaje en la vida real, para así descubrir más sobre las ciencia naturales y verlas como su principal pasión y objetivo de vida.
Ahí es donde, señala el científico, se dio cuenta que quería tener un futuro en el mundo de la ciencia mundial:
Ahí fue donde me di cuenta de que yo quería tener un futuro científico y aunque todavía no sabía en cuál tema especializarme ni nada así, sabía que me gustaba muchísimo la ciencia natural general".
Singh siguió su camino en la Universidad de Costa Rica (UCR), donde estudió por un año en la carrera de microbiología, y después empezó a abrirse las posibilidades en el extranjero que lo llevaron a pisar suelo norteamericano en la Universidad de Florida, para luego llegar a Duke, en Carolina del Norte.
Para Singh, la clave siempre estuvo en aprovechar las oportunidades que se le ponían adelante:
A medida de que yo estaba terminando en la universidad lo que hice fue entrar de aprendiz a un laboratorio en la universidad. En estos laboratorios uno puede explorar cualquier tema: neurociencia, microbiología, matemáticas cualquier tipo de cosa, porque en todas las universidades se produce mucho la investigación primaria y esa investigación termina siendo la base de la tecnología moderna que utilizamos todos los humanos y un paso importantísimo para hacer carrera".
En este camino en laboratorios, el tico decidió especializarse en neurociencia y, luego de ser asistente universitario por un año en Estados Unidos, fue que decidió a lanzarse por postgrados científicos.
Así y justo este mes, el costarricense se encuentra despidiéndose de Duke donde acaba de concluir su doctorado en neurociencia, tras siete años de estudio.
Por ello el siguiente paso, tras este nuevo nivel, fue precisamente el de Harvard:
Ya estamos terminando, ya pasaron seis años de estudio y ahora me voy a graduar y ya tengo el siguiente trabajo que va a ser un posdoctorado en Harvard donde otra vez estudiaremos un problema completamente novedoso y diferente, algo que es una parte muy positiva del juego de la ciencia, donde uno aprende cómo cuestionar y cómo descubrir".
En su carrera en Estados Unidos, este joven de 29 años ha probado muchísimos subcampos en la ciencia pues realizó desde un trabajo con esquizofrenia en ratones y modelos genéticos en esquizofrenia, hasta otros sobre la metástasis del cáncer en los gusanos. Actualmente se encuentra estudiando los pájaros de canto para entender cómo es que funcionan los organismos vivos.
Al ser consultado sobre su futuro después de esta nueva etapa (que puede durar unos 7 años, aproximadamente), Singh señala que:
Mi meta personal es tener mi propio equipo de investigación en alguna universidad y explorar las preguntas que a mí me apasionan, ya que sé pensar como científico y sé cuestionar ahora quiero aplicarlo... entrarle a algo que a mí sí me interese personalmente y eso va a ser el inicio en Harvard, el tema va a ser la comunicación entre cuerpo y el cerebro".
Por ello y desde esta posición, el joven lanza un mensaje importantísimo a la juventud costarricenses: si tienen ganas de salir del país, no se limiten y no tengan miedo.
Estamos en un momento donde las posibilidades para salir del país son inmensas. Con esto no quiero decir que no hay oportunidades en Costa Rica pero uno siempre debería querer explorar más y poder integrarlo para que lo que tenemos en el país evolucione. Estamos en un momento único donde las posibilidades para explorar el mundo y el mundo científico están más disponibles y accesibles que nunca".
El joven señala que en mucho aplica el sacar provecho a las circunstancias y por eso ejemplifica la situación actual en la que vivimos, como ejemplo de las oportunidades que se pueden abrir a partir de los retos.
Para este científico, si bien la pandemia de COVID-19 nos ha limitado en muchísimos aspectos físicos, en otros esta nueva normalidad nos ha llevado cada vez más cerca de los espacios y de las oportunidades en el extranjero y por eso pide no limitarnos:
Ahora hay conferencias de 10 mil personas en línea, donde cualquier persona puede acceder con calidad mundial; hay demasiados recursos para aprender de cualquier cosa pues estamos en una época muy única en cuanto a eso y por eso mi consejo para la gente que está en esta posición se centra en que sepan que las universidades los quieren que hay que intentar".
El costarricense señala que la experiencia local, el manejo de idiomas (principalmente el inglés), el networking y el quitarse los miedos propios, son el principal paso para que el anhelo de salir del país se concrete:
Mi recomendación es que concursen, practiquen y aprovechen si hay alguna oportunidad local para tener experiencia y literalmente meter el pie en la puerta. Eso es lo que se necesita para crecer con ese tipo de experiencia y poder salir. No se necesita una maestría ni un postgrado para salir del país, yo entré a mi doctorado sin maestrías y solamente con la experiencia, eso se repite en más del 70% de la gente que entra a doctorados, por eso quítense la idea de la cabeza de que no van a poder”.
Para más información sobre el trabajo de Jonnathan Singh Alvarado, péguenle un ojo a su perfil en Duke y desde ya, los mejores éxitos para el proceso que inicia ahora en Harvard.