Con la presentación del Acta de la Independencia Costarricense completamente restaurada, este viernes arrancaron las celebraciones oficiales del bicentenario de vida independiente de nuestro país.

El acta, firmada en el Ayuntamiento de Cartago el 29 de octubre de 1821 y considerada uno de los mayores tesoros patrimoniales de Costa Rica, se sometió durante el último año y medio a un delicado y riguroso proceso de restauración a cargo del Archivo Nacional de Costa Rica, de personeros de la Universidad de Costa Rica (UCR) y del apoyo de empresarios privados entre los que destaca el artista restaurador y encuadernador, Luis Carlos Umaña, del taller El Diario de los Viajes.

La develación del Acta restaurada se realizó este viernes y el motivo de la obra es evidente: debido a su continua manipulación durante dos siglos, el Acta estaba ampliamente deteriorada y por eso el Archivo Nacional consideró que la conmemoración de los 200 años de Independencia era "el contexto idóneo para intervenir el documento".

Según el director general del Archivo Nacional, Alexander Barquero Elizondo, en los folios abundaban las manchas, las oxidación y pequeñas rasgaduras a lo largo de todo el documento:

En buen tico, el documento del Acta había sido bastante traveseado durante toda su historia. Se prestaba, se exhibía, se iba de gira por el país, y es así como se llega a un importante nivel de deterioro que era necesario intervenir”.

Además, y según detalló el historiador Javier Gómez Jiménez, jefe del departamento Archivo Histórico, el valor del documento es evidente:

El acta es un documento pequeño e, incluso, puede parecer modesto; prueba de que las apariencias engañan. Se trata de dos folios fundamentales para la historia de Costa Rica, ya que en sus líneas manuscritas se proclama la independencia absoluta de España, un primer paso en el proceso hacia una vida soberana. Si bien se firmaron documentos similares en los ayuntamientos de San José, Alajuela, Heredia y Nicoya, el de Cartago se convirtió en simbólico. Hay que recordar que Cartago era la capital de la provincia de Costa Rica y el acta recoge firmas de delegados de otros pueblos: Alajuela, Heredia, Ujarrás, San José, Barva y Bagaces".

Acta de Independencia 1821, Lanzamiento oficial de las celebraciones de los 200 años Costa Rica, Bicentenario de la Patria. 26 Febrero 2021. Archivo Nacional, Foto: Roberto Carlos Sánchez @rosanchezphoto

Delicados procesos

La intervención física del documento empezó en el departamento de Conservación del Archivo Nacional, en manos de Carlos Pacheco, restaurador con más de 40 años de experiencia en la institución.

Según las autoridad, fue precisamente Pacheco quien alertó de la oportunidad de restaurar el documento, lo cual se hizo gracias a un convenio entre el Archivo y la UCR, y trabajo de químicos, microbiólogos, biotecnólogos, conservadores de arte y restauradores de Costa Rica y de Italia (Florencia).

Lo primero que Pacheco hizo fue descoser el Libro de Actas del Ayuntamiento de Cartago y posteriormente, los expertos estudiaron el acta minuciosamente desde diferentes especialidades para definir cómo empezar el proceso.

Según comentó Paola Agüero Gamboa, bachiller en Química y asistente de la investigadora Mavis Montero, encargada del LABCultura (Laboratorio de Conservación de Patrimonio Cultural) del Cicima de la UCR:

Mediante el equipo del Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales y del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII) se realizó la caracterización fisicoquímica de los documentos, mientras que en CIPRONA-CENIBiot se efectuó la prospección microbiológica. Asimismo, las investigadoras revisaron gran cantidad de bibliografía y consultaron a expertos nacionales e internacionales para redactar el protocolo de intervención que requería el material”.

Aunque la UCR empezó colaborando en el proceso de diagnóstico de la situación del documento, luego se involucró en la etapa de restauración a otros especialistas: Salomón Chaves, experto en conservación de papel e investigador del Instituto de Investigaciones en Arte (IIARTE), y Agustín Solano Arguedas, funcionario del INII, entidad que cuenta con un laboratorio especializado en papel.

A ellos se unió Max Chavarría del Centro de Investigaciones en Productos Naturales (Ciprona) y el Centro Nacional de Innovaciones Biotecnológicas (CENIBiot), que, en conjunto con su equipo de investigación, ayudaron a determinar los microorganismos presentes en el Acta.

De hecho, a los folios se les aplicó un jabón especial diseñado y fabricado por Darío Chinchilla, profesor de la Escuela de Química de la UCR, quien los donó desde su empresa privada (Terra & Botanics).

Así y bajo la coordinación de Montero y con el apoyo de este equipo, se diseñó el protocolo necesario para limpiar y restaurar el documento con sustancias químicas.

Una vez definido el protocolo, se separaron las intervenciones: habría una específica para el Libro del Ayuntamiento de Cartago y otra para los folios del Acta.

Al primero se le aplicaron detergente y sustancias químicas como borohidruro de sodio, fitato de calcio e hidróxido de calcio. A los dos folios del Acta de Independencia se les trató además con agentes químicos para revertir el proceso de oxidación (presente en las tintas y en el papel), para inactivar metales y para neutralizar la acidez del papel", señaló el Archivo Nacional en un comunicado enviado a la prensa.

Ahora, y dentro de algunas semanas, se efectuarán las últimas tareas que consistirán en aplicar nanopartículas de hidróxido de calcio facilitadas por la Universidad de Florencia y CSGI, gracias al apoyo del profesor Piero Baglioni. El producto, que se aplica en spray, actúa como reserva alcalina y antioxidante.

Finalmente, se colocará una gelatina para darle resistencia a los folios.

Encuadernación del Acta

El proceso de restauración, sin embargo, no se quedó solamente en los folios. En él también participó el artista restaurador y encuadernador, Luis Carlos Umaña, quien a partir de su empresa El Diario de los Viajes, se encargó del proceso de revestimiento de los documentos que constituyen la independencia nacional.

Delfino.cr conversó con Umaña al respecto y el artista señaló que:

El significado de este trabajo es muy profundo. Todo el mundo habla pestes de todo el mundo pero en realidad es que nadie está haciendo mayor cosa, entonces poder haber tenido la oportunidad de trabajar en el Acta y en la restauración de este libro, yo lo veo de una forma simbólica como mi pequeño esfuerzo por preservar el origen de este país, arreglando mi pedacito de patio de Costa Rica".

Luis Carlos Umaña, encuadernador del Diario de los Viajes.

Umaña, quien es diseñador gráfico de profesión, cuenta que empezó a encuadernar a muy temprana edad en el colegio María Inmaculada, en la materia de Artes Industriales. Ahí recibió lecciones de marroquinería, ebanistería y encuadernación, que se convirtieron en la base del negocio que arrancó en 2009, a raíz de lo que el llama, una casualidad del destino:

Un día vino una señora y vio de mis diarios de viajes y me dijo que ella tenía un hotel en el Cerro Chirripó que le gustaba para que fuese su libro de huéspedes y yo que estaba harto y buscaba cómo dedicarme a otra cosa, como que me abrió una puerta para dedicarme a esto más mío. Desde entonces estoy metiéndole al taller (El Diario de los Viajes), investigando más y desarrollando técnicas propias e impartiendo cursos desde el 2011".

En el 2018 el Diario de Los Viajes expandió sus fronteras, tras un paseo de su encargado por la nación mexicana donde tuvo contacto con los dueños de una editorial azteca que le ofrecieron que pusiera una sede del taller en dicho país, y así se abrieron las puertas que le llevaron a crecer y posteriormente, a tener en sus manos el Acta de Independencia nacional:

Ha sido interesante porque esto me ha permitido crecer, conocer gente, conocer encuadernadores y pues tanto movimiento provocó que más o menos hace un año, me contactaran del Archivo Nacional para contarme sobre el proyecto de restauración del Libro de Sesiones del Ayuntamiento de Cartago que contiene el Acta de Independencia, firmada el 29 de octubre de 1821".

Umaña señala que el trabajo de este proyecto se realizó de manera ad honorem y que una vez que estuvo listo, el proyecto se entregó en el estuche de conservación, confeccionado artesanalmente y que cuenta con dos gavetas.

Aquí se desarrolló un contenedor especial para guardar, por separado, el Libro de Actas y los folios del Acta de la Independencia.

En la tapa y contratapas de los documentos, así como en las paredes y gavetas del contenedor se reviste un papel original y artístico, marmoleado, donado por Amanda López, y el cuero para las tapas y el estuche de conservación fue aportado por la tenería El Molino, de Cartago.

Cuando ya todo el material estuvo listo, allá en diciembre, me tocó coser todo el libro de sesiones (pues por recomendación de la UCR, no se usó goma en el proceso) hacerle las tapas nuevas y desarrollar un par de estrategias nuevas porque por la fragilidad del papel, la recomendación era no ponerle pegamentos. El proceso fue muy interesante en cuanto a tener acceso a la obra que da origen a Costa Rica y poder aportar del conocimiento de uno, pues un par de técnicas", señaló Umaña.

¿Qué sigue ahora? Pues, de acuerdo al consejo de los expertos involucrados, el Acta quedará en los depósitos del Archivo Histórico y solo se abrirá para realizarle mantenimientos futuros.

El público no podrá ver el documento original, por motivos de conservación, pero en la Sala de Consulta del Archivo, habrá una réplica física y además estará disponible la copia digital en la mayor calidad posible para la consulta de toda la ciudadanía.

Según el director general del Archivo Nacional, Alexander Barquero:

Esta es la única vez en los próximos años que se podrá exhibir el Acta de Independencia, uno de los tesoros patrimoniales de nuestro país; y en esta actividad que se ha organizado con un profundo respeto y cariño para iniciar las celebraciones de los 200 años de vida independiente, para todas y todos los habitantes de nuestra querida Costa Rica”, indicó el director general del Archivo Nacional".

El documento será resguardado en los depósitos especializados, lejos del desgaste producido por la exhibición y la manipulación.