Si vieron Café Para Tres el jueves notaron que fue uno de esos programas en los que realmente se dificulta encontrar buenas noticias para compartir. El llamado constante que hemos hecho a la clase política para darnos un año electoral de altura evidentemente está cayendo en oídos sordos. Desde diciembre pasado ya estaban las aguas del Congreso oliendo a tinte de campaña y el arranque del 2021 no ha hecho otra cosa más que continuar esa tendencia.

Amén de lo que cada quien pueda pensar del gobierno de Alvarado Quesada es inaceptable la movidita de la Asamblea de exigirle ir al recinto del Plenario Legislativo. Es de poca clase, de mal gusto y sobre todo, innecesaria. No hay excusa válida, querían hacer el circo, punto. Lo tendrán.

Es imperativo no perder esto de vista. No nos hagamos los tontos. Amén de que como siempre cada quién tenga su posición (y de que como siempre cada posición se alinee con su afiliación partidaria o antipartidaria) lo cierto es que: no era necesario. Punto.

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