Con el objetivo de conservar ecosistemas en la ciudad, bosques urbanos en riesgo y la salud física y mental de las personas, Costa Rica cuenta con una nueva categoría de áreas silvestres protegidas denominadas: Parques Naturales Urbanos (PANU).
El proyecto, liderado por el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), busca preservar hábitats remanentes, capturar carbono, estimular la recreación y ecoturismo. Al mismo tiempo, propiciar la conectividad biológica con lo verde de la ciudad, sus ríos y prevenir desastres naturales.
Con los PANU, el país ahora sube a 10 los tipos de categorías de Áreas Silvestres Protegidas. En 1963 se creó la primera, pero la conservación se concentró en la protección de las riquezas naturales en entornos rurales. Ninguna de las categorías existentes hasta ahora consideraba las necesidades de espacios naturales urbanos.
La jerarca del MINAE, Andrea Meza, expresó que los ecosistemas urbanos son fundamentales para tener ciudades y personas sanas y que dentro del Plan Nacional de Descarbonización, Costa Rica se comprometió a tener 4.500 hectáreas de áreas verdes para el bienestar de la ciudadanía.
Nuestro país necesita recordar que las áreas que ahora vemos urbanizadas y grises eran ecosistemas vivos hasta hace unas décadas. Con las medidas correctas, podemos rescatar a los sobrevivientes y regenerar muchas áreas, que traerán salud y beneficios económicos a la ciudadanía”.
El bosque húmedo premontano (BHP) – presente en los ecosistemas del Valle Central que calzan con las principales zonas urbanas del país – es el segundo tipo de bosque más alterado y reducido. Hoy se conserva tan solo el 1,75% (9 mil hectáreas) de su cobertura original. Dicho bosque desapareció porque su ubicación altitudinal y clima agradable genera condiciones idóneas para la agricultura y los asentamientos humanos.
La creación de Áreas Silvestres Protegidas bajo la nueva categoría será liderada por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). Para ello, deberá contar con un estudio técnico y un proceso participativo con las comunidades, municipalidades y personas propietarias de tierras privadas. Los nuevos Parques podrán ser en tierras públicas, privadas o mixtas.
El anuncio fue dado a conocer desde el Parque Ecológico La Colina, en Curridabat, uno de los ecosistemas que serán incluidos en esta nueva categoría, con el decreto ejecutivo N° 42742-MINAE, suscrito por el presidente de la República, Carlos Alvarado, y la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza.
Salud e incentivos
Muchas personas ya disfrutan de un paseo ocasional a sitios como el Parque Ecológico La Colina en Curridabat, uno de los ecosistemas que están en consideración para ser oficializados como Parque Natural Urbano. Sin embargo, esos pulmones están en riesgo, ante la constante presión de la expansión urbana, advierten las autoridades.
La categoría de Parque Natural Urbano buscará estimular la promoción y estrategia de esa dinámica turística, dinamizar la economía local con actividades productivas de bajo impacto y generar empleos verdes asociados a las actividades.
El decreto define que los gobiernos locales podrán dar incentivos para la adhesión voluntaria de propiedades privadas a la nueva categoría, y así promover la protección y uso sostenible de sitios naturales claves en sus cantones.