Después de la década de los 90 la forma de buscar empleo cambió drásticamente. Con la entrada del siglo XXI a nuestro tiempo muchas costumbres y formas de entender el mundo cambiaron. La tecnología ha sido uno de esos gigantes en nuestras vidas, algunos con más fuerza que otros en algunas personas y empresas acostumbradas a la antigua forma de trabajar. No obstante, es indiscutible que la nueva generación está inmersa en este mar de corrientes fuertes e ideas sumamente novedosas.

En este contexto, el modelo de estudiar, graduarse y salir al mercado laboral ha jugado un papel determinante en la vida de muchos jóvenes hoy día. La ansiada experiencia laboral se muestra imponente ante nuestras capacidades y habilidades personales. La dura tarea de demostrar nuestros valores y conocimientos y a la vez conseguir la experiencia suficiente se vuelve una guerra sin fin para muchos.

En esta coyuntura, surge la pregunta para algunos: ¿Por qué contratar a un recién graduado? La respuesta aborda varios puntos a considerar que mencionaremos a continuación. Los profesionales recién graduados, en su mayoría, poseen los conocimientos más actualizados en su ámbito, cuentan con ideas muy innovadoras y están inmersos en una cultura tecnológica debido a sus constantes retos universitarios y extracurriculares. No obstante, no sólo lo evaluemos desde el punto de vista de los recién graduados, las empresas también debieran ser aquellas opciones donde se ofrece ese primer empleo, esa oportunidad sobresaliente y esa escuela que siempre recordaremos como formadores de talento. Porque no es solo el lugar donde se gana dinero, la empresa debe ser ese segundo hogar donde aprendemos a trabajar, mejoramos nuestras habilidades, hacemos familia y crecemos juntos. Porque los retos del futuro nos exigirán trabajo, compromiso, investigación y apertura al cambio. Ante esto último surge otra interrogante: ¿Somos la empresa que busca ser formadora de talento y que corre la milla extra con sus colaboradores?

Como sociedad es necesario implementar cambios en nuestra cultura y forma de pensar, la educación es la mejor herramienta que tenemos para desarrollarnos y cambiar el mundo. Aprovechemos la oportunidad e incorporemos nuevas formas de mirar a estos profesionales que necesitamos para el futuro. Seamos formadores de talento y apuntemos al cambio para mejorar nuestra cultura. Es necesario crear lazos fuertes entre la universidad y el mercado laboral, entre el profesional y la empresa.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.