El expresidente de la República, Óscar Arias Sánchez, afirmó este miércoles haber planteado el nombre de Rebeca Grynspan Mayufis como candidata presidencial de consenso del Partido Liberación Nacional (PLN), de cara a los comicios del 2022, aunque no encontró apoyo en los otros exmandatarios liberacionistas. 

A través de una publicación en su perfil de Facebook, Arias se lamentó de haber logrado años atrás convencimiento en entonces presidentes de la región para apoyar un Plan de Paz, la abolición de los ejércitos de dos países latinoamericanos y la nominación de una candidata de consenso por parte de la oposición nicaragüense en los comicios de 1990; pero de no haber podido convencer a los expresidentes José María Figueres y Laura Chinchilla Miranda de recomendar a la Asamblea Nacional del PLN un nombre para su ratificación como candidato a la presidencia para la elección del año próximo.

"Esta no es una época cualquiera: vivimos en tiempos extraordinarios, el mundo entero sufre una crisis económica sin precedentes y una pandemia que nos mata. No obstante, nuestros partidos políticos pretenden escoger sus candidatos en convenciones multitudinarias. Ignoro qué dirá en un futuro cercano el Tribunal Supremo de Elecciones y el Ministerio de Salud, pero exponer a nuestros electores a contagiarse con el COVID-19 y a gastar millones de millones de colones en publicidad, transporte, alimentos, debates y un largo etcétera es irracional, insensato, irresponsable e imperdonable. ¿Dónde está nuestra sensibilidad ante el dolor humano? ¿Acaso no es mejor donar esos recursos a nuestros compatriotas que hoy no tienen qué comer?", señaló Arias.

El dos veces presidente afirmó que su conciencia está tranquila y que hizo lo que le pareció lo mejor para el PLN y el país.

El nombre que les propuse a José María y a Laura fue el de Rebeca Grynspan: una mujer extraordinaria (...) Una mujer que le ha servido a Costa Rica como viceministra de Hacienda y vicepresidente de la República. Una mujer de una honestidad e integridad incuestionables. No sé que piense ella o si le interesa. Mi gestión acaba aquí. Desde mi punto de vista Rebeca sería, sin ninguna duda, la Angela Merkel tica.

Liberación Nacional ha acaparado titulares en las últimas semanas por los esfuerzos de expresidentes y algunos aspirantes a precandidatos presidenciales del Partido quienes señalan la necesidad de designar un candidato por consenso y evitar acudir a una convención interna abierta.

Según han publicado distintos medios de prensa, Arias ha sostenido que ninguno de los aspirantes actuales -incluido Figueres- tiene posibilidades de ganar las elecciones nacionales en 2022.

¿Quién es Rebeca Grynspan?

Rebeca Grynspan Mayufis, nacida el 14 de diciembre de 1955 en San José, es la secretaria general de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) desde el 1 de abril de 2014. Fue previamente secretaria general adjunta de la Organización de las Naciones Unidas y administradora asociada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Grynspan fue la segunda vicepresidenta de Costa Rica en la administración de José María Figueres Olsen (1994-1998) y ha ocupado cargos como viceministra de Hacienda, ministra de Vivienda, ministra coordinadora del Sector Económico y del Sector Social del Gobierno.

En 2014 y 2015 fue nombrada como una de los 50 intelectuales más influyentes de América Latina, en 2017 recibió el Reconocimiento a la Excelencia Forbes​ y el Gobierno de España le concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio.

Es hija de Manuel Grynspan Burstin y Sara Mayufis Schapiro, inmigrantes polacos de ascendencia judía y está casada con Saúl Weisleder, exdiputado del Partido Liberación Nacional, con quien procreó dos hijos.

Durante su período como vicepresidenta Grynspan afrontó un escándalo político que llegó hasta los tribunales por el supuesto desvío de ¢17.769 millones del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf).

Por ese escándalo una comisión especial investigadora del Congreso recomendó que a José María Figueres no se le nombrara en cargos públicos por dos años, que a Grynspan la sanción fuera de 20 años y que a José Miguel Corrales le fueran aplicados cuatro años fuera de la función pública.

Grynspan consideró que el informe era una alianza establecida entre dos partidos para intentar golpear al Partido Liberación Nacional, que rechazaba el tono y la lógica de ese informe que era un
"acto politiquero ideado para perjudicarme".

Finalmente en tribunales un juez rechazó llamar a la exvicepresidenta como testigo y Marita López Cruz fue la única sentenciada a 16 años de prisión por 11 delitos de peculado en contra del Estado.