El mundo desde hace varios años atraviesa la mayor evolución tecnológica de la historia. A diario se crean nuevas tecnologías que buscan simplificar la vida del ser humano al máximo desde actividades del sector médico, el educativo, de seguridad y claro del sector legal, por lo que surge la pregunta ¿Qué cambios ha tenido y cómo cambiará la práctica legal?

En el pasado, el sector de servicios legales era desarrollado de principio a fin por los abogados bajo un modelo “input”, donde el profesional era el único factor interviniente en el proceso productivo, por lo que lo importante eran las horas trabajadas y fracturadas, mientras que los clientes tenían que limitarse a aceptar las condiciones del mercado, el sector legal era un monopolio de los abogados.

Con los cambios tecnológicos, se ha incremento la competencia en todos los sectores, y se ha reducido la cantidad de trabajo manual o tradicional del ser humano, por maquinas mucho más eficientes, lo que provocó que el anterior modelo profesional del sector legal se fuese erosionando, haciéndose obsoleto.

En las diferentes legislaciones, las firmas legales entendieron que tenían que dejar de ver la práctica legal como una profesión artesanal  y aislada de otras profesiones y cambiar por una visión opuesta o “output”, dirigida a los resultados y principalmente a la satisfacción del cliente. Las herramientas digitales de conectividad y las redes sociales acercaron mucho más al cliente con las firmas legales, que empezaron a ofrecer servicios más amigables y satisfactorios a los usuarios, al igual que  otras profesiones que fueron incursionando en ese mercado, como ingenieros, informáticos y emprendedores que comenzaron a desarrollar Startups o emprendedurismos de carácter tecnológicos orientados al sector legal,  provocando que poco a poco el cliente fuera convirtiéndose en protagonista del mercado legal, rompiendo el monopolio de las grandes firmas que dominaban el sector.  

Esta unión entre el derecho y la tecnología generó el término de Lawtech también conocido como Legaltech (tecnología legal), diciplina que hace alusión al uso de tecnologías como programas de software orientadas a la práctica legal, ya sea para simplificar el trabajo del profesional en derecho e incluso en algunos casos para sustituir el trabajo de estos. Algunas de estas tecnología son el uso de la inteligencia artificial especializada en contract inteligence diseñadas para automatizar el análisis de contratos en cuestión segundos con niveles de efectividad más altos que los mismos abogados, o bien la utilización de programas de legal analytics sobre decisiones judiciales mediante programas basados inteligencia artificial, donde una computadora analizar casos y presentar posibles resultados de las controversias, con lo cual las firmas legales o abogados independientes, pueden valorar la viabilidad de los casos que les presentan sus clientes.

El futuro de la práctica legal está cada vez más orientado por la tecnología, existen ciertos casos en que la resolución de conflictos ya no es una práctica exclusivamente del profesional en derecho, ya que en controversias menores o casos poco sofisticados es posible que se resuelvan mediante la utilización de la inteligencia artificial en la tramitación del proceso como ya lo hacen ciertas cortes de Hangzhou en China con los jueces robots, en las que se dirimen conflictos mediante un “juez robot”, también mediante procesos privados digitales como por ejemplo la plataforma Kleros la cual utiliza un programa basado en Blockchain de Euthereum, con el fin de resolver disputas mediante mecanismos arbitrales de terceros, o bien en con la utilización de Smart Contracts o contratos inteligentes los cuales son de naturaleza autónoma y autoejecutables.

En resumen, para el profesional en derecho será necesario tener un conocimiento al menos básico de alfabetismo digital conociendo ciertos términos fundamentales del Legaltech como, por ejemplo, blockchain, machine learning, algoritmo o desing thinking, también será importante que tenga conocimientos básicos de leguaje informático, con la finalidad de poder incursionarse de una mejor manera en el mercado digital. El sector legal ya no es un mercado exclusivo para los abogados y no lo volverá a ser, por lo que estos deben aprender a trabajar de la mano con profesiones de otras áreas afines a la innovación y la tecnología a fin darles a sus clientes el mejor servicio posible. El cambio tecnológico del sector legal, aunque es positivo, ha generado y seguirá generando cierta desconfianza y recelo entre los usuarios y los mismos profesionales en derecho, pero este cambio seguirá dándose y cada vez con más fuerza alrededor del mundo, por lo que es mejor aprender y darle paso, que enfrentarlo y quedarse estancado en el pasado.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.