El Partido Liberación Nacional (PLN) finalmente reveló los verdaderos motivos que lo llevaron a rechazar, tres veces, la moción para enviar a Plenario el crédito de apoyo presupuestario entre Costa Rica y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $250 millones de dólares y con el cual el país se ahorraría $17 millones anuales en intereses del servicio de la deuda.

A través de un comunicado de prensa tras votar en contra la moción de dispensa al expediente 22.131la bancada liberacionista señaló que el Gobierno debe "ponerse serio" en sus obligaciones fiscales y por ende, debe concentrar sus esfuerzos en alcanzar "lo antes posible" un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según el PLN, el acuerdo con el FMI permitirá acceder a 1750 millones de dólares y no "solo" (sic.) los $250 millones de dólares que iba a dar el Banco Interamericano de Desarrollo para cambiar deuda cara por deuda barata y reducir el pago en intereses de la deuda por los próximos siete años.

Asimismo, señaló que un acuerdo con el FMI define al país "una hoja de ruta clara para la consolidación de las finanzas públicas" y "nos permite contar con un Organismo Financiero Multilateral como tercero técnico y neutral, que nos guíe en el proceso de toma de decisiones, nos oriente técnicamente y nos evalúe en los resultados".

Sin embargo, para el PLN "quizá lo más importante" es que un acuerdo con el FMI "aumenta la credibilidad, la confianza y la seguridad en Costa Rica como deudor y como mercado atractivo por competitivo y productivo".

El ministro de Hacienda, Elian Villegas, detalló este lunes a los diputados que el Gobierno pretende iniciar las negociaciones con el FMI en las primeras semanas de enero.

El PLN ha roto su palabra respecto a este crédito en varias oportunidades. Primero exigió recortes al presupuesto nacional 2021, los cuales fueron hechos en la Asamblea; luego rompió el acuerdo alcanzado en la Comisión de Hacendarios para dispensar de trámites el crédito y exigió que se detallara el plan de ajuste con el FMI, a lo cual Hacienda envió un oficio desglosando cómo se pretende lograr el ajuste fiscal hasta llegar a tener superávit. Ahora, a pesar de cumplir con las condiciones previas, exige que se pase de página y se enfoque únicamente en la negociación con el Fondo Monetario.

Según los verdiblancos, ellos están a favor de créditos que bajen la carga financiera del Estado costarricense, pero están en contra de la "estrategia del PAC de solo querer ver el corto plazo y dejar a la mano de Dios el mediano plazo".

El rechazo del crédito significa que Hacienda tendrá que recurrir al mercado local, el cual presta dinero a tasas de interés hasta cuatro veces más altas de las que el país habría tenido que pagar de haber aprobado el crédito con el BID. Asimismo, el grueso del ahorro en intereses de la deuda estaba dirigido a la próxima administración.

La posición del PLN difiere de la sostenida por otros diputados de oposición, como Restauración Nacional, quien sí estuvo a favor de las dispensas de trámites, lo mismo que la diputada independiente Ivonne Acuña, los socialcristianos Erwen Masís, Oscar Cascante y María Vita Monge y hasta el diputado José María Villalta.

"No hay confianza", pero también mienten

En conferencia de prensa tras negar la dispensa de trámites, el independiente Jonathan Prendas, la socialcristiana María Inés Solís, la pincista Patricia Villegas y el liberacionista Jorge Luis Fonseca dieron motivos diversos para oponerse a dispensar el crédito con el BID.

Sin embargo, Prendas, Solís y Villegas reprocharon falsamente al Ejecutivo el haber retirado de la agenda de sesiones extraordinarias el proyecto de Ley de Empleo Público, el cual había sido apenas convocado en la mañana de este lunes. Minutos después, Presidencia desmintió tangencialmente a los diputados, al mostrar que el decreto enviado al Congreso en realidad dice que se desconvocó toda la agenda de proyectos, a excepción de la Ley de Empleo Público y el crédito con el BID.

Los diputados no rectificaron su declaración falsa.

Entre los otros motivos para negar el trámite rápido del crédito (que estuvo engavetado por semanas en la Comisión de Hacendarios presidida por el PLN), se señaló el hecho de que anteriormente el Gobierno pretendió usar los ahorros en intereses de la deuda en gasto corriente.

Sin embargo, esa intención fue rechazada por el Congreso, que ratificó que el ahorro debía destinarse a recorte presupuestario y el PAC había comprometido una moción para incluir en el crédito el señalamiento de que: 1- los recursos debían ser incluidos vía presupuesto extraordinario y 2-, que los ahorros producto de cambiar deuda cara por deuda barata no podrían usarse para financiar otros gastos.

Al final, era la Asamblea (de mayoría opositora) quien tenía la potestad de forzar al Gobierno a hacer un buen uso de los recursos del empréstito.

Señal dañina

El ministro de Comunicación, Agustín Castro, afirmó que lo ocurrido con el crédito del BID envía "una señal dañina para el país" y que obligar a pagar intereses más caros de la cuenta "perjudica a todos los costarricenses".

El Gobierno es transitorio. Los costarricenses van a pagar estos intereses excesivos durante 7 años y eso no le hace ningún bien a nadie.

Castro reiteró que el préstamo tenía una tasa de interés de 2.8% anual, versus el 8% que cobra el mercado local. Asimismo, el rechazo del empréstito deja nuevamente a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) sin la partida prometida del 10% de los recursos ($25 millones).

"Los organismos financieros internacionales han estado dispuestos a ayudar a Costa Rica a superar el impacto de la pandemia. Han ofrecido el financiamiento necesario, porque como expertos saben que hay un impacto económico de la pandemia, y quieren ayudar a que lo superemos. Pero esta es la segunda ocasión consecutiva en que se rechaza ayuda financiera internacional", agregó el ministro.

¿Y ahora?

Para que el proyecto fuera aprobado antes del receso de fin e inicio de año este lunes debía aprobarse la dispensa de trámites, el martes debía aprobarse en primer debate y el jueves en segundo debate.

Con el rechazo a la moción, la única alternativa que le queda al Gobierno es convencer a los diputados de posponer sus vacaciones y de aprobar el crédito, dos cosas que se ven ahora altamente improbables.

A pesar de ello, la oposición señaló que el PAC a modo de "berrinche" presentará una moción para suspender el receso e insistir con el crédito. Esta estrategia se vería reforzada por la desconvocatoria de la agenda de proyectos (excepto los dos ya mencionados), pues significa que los diputados no podrán pasarle por encima al crédito para tramitar otras iniciativas.