Debido a la nueva coyuntura impuesta por la COVID-19 y ante la necesidad de impulsar una recuperación sostenible de la crisis, que se centre en el respeto de los derechos humanos, la promoción del trabajo decente y la protección del medio ambiente, el concepto de transición justa viene a cumplir un rol clave para garantizar que esto se lleve a cabo.

La transición justa hace referencia al proceso de equilibrar la balanza entre los diferentes actores de la sociedad durante su transición hacia una economía ambientalmente sostenible. Esta reestructuración económica puede tener como consecuencia el desplazamiento de trabajadores y las posibles pérdidas de empleo, pero también la creación de otros empleos resultantes de la ecologización de las empresas y los lugares de trabajo. 

Para promover este cambio, Costa Rica se ha comprometido con la Iniciativa de Acción Climática para el Empleo de Naciones Unidas, encabezada por la Organización Internacional del Trabajo, que implica la formulación de planes nacionales para una transición justa a través del diálogo social, creando trabajo decente y empleos verdes. Esta iniciativa se encuentra en armonía con las Directrices de Transición Justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que tienen el propósito de posicionar el empleo como eje central de la transición hacia un modelo sostenible de desarrollo y proporcionar orientación práctica a los gobiernos y los interlocutores sociales sobre cómo formular, implementar y monitorear un marco de políticas de este tipo.

Apoyando el avance del país en la materia y teniendo en cuenta que el desarrollo sostenible solo es posible con la participación activa del mundo del trabajo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con apoyo del Proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe (CERALC) y a partir del trabajo articulado con otros actores, está facilitando la creación de espacios de diálogo social que promuevan la incorporación de la transición justa en el desarrollo e implementación de políticas nacionales y empresariales. 

La transición hacia un modelo de desarrollo inclusivo, productivo, y ambientalmente sostenible supone una fuente de oportunidades y desafíos para las empresas de Costa Rica. La creación de capacidad empresarial, especialmente en las pequeñas y medianas, y el desarrollo de competencias en trabajadores, especialmente los jóvenes, es crítico para permitirles prosperar durante la transición. El asesoramiento y apoyo técnico para la introducción de sistemas de gestión de conducta empresarial responsable que incluya la identificación, prevención, mitigación y reparación de los impactos ambientales ubicando a las personas en el centro, les conducirá a la competitividad y a la activación del empleo digno

Superar esta crisis sanitaria, económica y de empleo a través del esfuerzo conjunto y coordinado de los actores del mundo del trabajo para el desarrollo de nuevas modalidades de trabajo que protejan el medio ambiente para las generaciones actuales y futuras ayudará a las empresas y a las personas trabajadoras a enfrentar la crisis climática y construir un futuro mejor.

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