“Un fumador es una persona”. Recuerdo esta frase que mencionó una experta científica de PMI en un foro reciente. Si bien puede parecer obvio, su comentario apelaba a que, en muchos casos, en las discusiones en torno al tabaco, los nuevos dispositivos y las regulaciones al respecto, de lo último que se habla es del fumador. 

Ese fumador que cuando suben los impuestos continúa fumando, que tal vez cambia de marca o busca en el mercado informal. Ese fumador, merece una oportunidad. Esa persona que debe poder recibir información y acceso a alternativas para que sus opciones sean más amplias. 

Dispositivos “sin humo”, como IQOS, plantean un nuevo debate sobre el consumo de tabaco y la nicotina, que no está exento de controversia. Sucede así con la mayoría de las innovaciones, de las cosas nuevas. Pasa en telecomunicaciones, transporte, hotelería o streaming de contenidos. Una cosa aprendimos y vale para todos los sectores:  las regulaciones basadas en ideologías perjudican al consumidor. El fumador, en nuestro caso. 

Las posiciones extremas o basadas en ideología y no en validaciones científicas en torno a las nuevas alternativas libres de humo, perjudican a los fumadores pues, entre otras cosas, limitan su derecho de informarse y tener acceso a mejores opciones que les permitan sustituir los cigarrillos tradicionales. 

Mientras seguimos recibiendo información sobre notificaciones y aparentes acciones de las autoridades en contra de nuestra empresa, en algunos casos a través de un medio digital, quiero compartirles que: estamos de acuerdo con ustedes en muchos aspectos fundamentales. Tal vez más de lo que imaginan. Por ejemplo, estoy convencido -y la empresa que represento también lo está-, que lo mejor para esa persona es no fumar y, si fuma, dejarlo por completo. Pero en definitiva ¿Qué pasa con quienes seguirán fumando? ¿Qué pasa con la persona?

Por esta razón, con Philip Morris, estamos abiertos a dialogar, compartir nuestra ciencia y articular esfuerzos con las autoridades con el objetivo de lograr la reducción del daño por tabaquismo en Costa Rica. Seguiremos intentando reunirnos con ustedes y, ojalá, consigamos poder contribuir en conjunto a ese propósito. 

Por último, Philip Morris es empresa que invierte, innova, genera empleo y que cree en Costa Rica. Sin embargo, es preocupante, la desinformación ‘selectiva’ que contrario a beneficiar al fumador lo está perjudicando. Esa fórmula es preocupante, más que para la empresa, para el fumador, esa persona que merece una oportunidad.

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