A nivel mundial se ha podido identificar una serie de tendencias en cuanto al comportamiento de los sistemas eléctricos y el uso de los recursos energéticos. El mundo ha migrado al uso de energías a partir de fuentes renovables, donde la producción de electricidad a partir del viento y el sol ya no se centra sólo en las naciones más ricas del mundo, sino que ha abierto la posibilidad de inversión extranjera en varios lugares y una muestra de ello es que en el año 2019 la energía eólica y solar representaron más de dos tercios de los 265 GW de la nueva capacidad instalada en todo el mundo.

Esa transformación de los sistemas eléctricos también alcanza la forma en que se realiza la generación, orientándose en la actualidad hacia la generación distribuida, el cual es un nuevo modelo eléctrico neural de pequeñas unidades generadoras, muy diferente al modelo tradicional el cual era un modelo centralizado con grandes unidades de generación como las hidroeléctricas, que, si bien funcionaron en el pasado permitiendo electrificar las naciones, hoy migran hacia este modelo de menor costo.

Costa Rica desde hace muchos años cuenta con una matriz eléctrica verde, siendo pionera al menos en la región de esa tendencia de generación basada en fuentes renovables, sin embargo, a pesar de que ya lleva varios años trabajando en el tema de generación distribuida, ha sido muy tímida en incursionar en este modelo de pequeñas unidades de bajo costo a partir de fuentes no convencionales, y no ha avanzado de manera firme hacia la promoción y regulación  de los recursos energéticos distribuidos.

El reto que enfrentamos hoy como país en el tema de generación distribuida es poder contar con un régimen especial que permita construir gobernanza sustentada en una regulación habilitante, de las oportunidades tecnológicas que permitan mediante una política país, democratizar la producción eléctrica, procurando la integración solidaria, eficiente, segura y sostenible, de las actividades relacionadas con el acceso, instalación, conexión, interacción y control de recursos energéticos distribuidos basados en fuentes renovables.

Esta regulación debe establecer claramente las condiciones bajo las cuales se integrarán los recursos energéticos distribuidos al sistema eléctrico nacional (SEN) y precisar los derechos, obligaciones y responsabilidad de los actores relacionados con la actividad con el fin de procurar una conexión ordenada a las redes del sistema eléctrico nacional, que no comprometan la calidad del servicio público de suministro de energía eléctrica para los abonados y usuarios ni la seguridad operativa del sistema eléctrico nacional.

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