La Corte Suprema de los Estados Unidos (SCOTUS, por sus siglas en Inglés) rechazó este martes una demanda interpuesta por los republicanos, quienes solicitaban revertir el resultado electoral del Estado de Pensilvania y volcarlo a favor del presidente Donald Trump, quien perdió ante su contrincante demócrata, Joe Biden.

En una sentencia de tan solo una oración, el Alto Tribunal Estadounidense se negó a bloquear un fallo de la Suprema Corte de Pensilvania, quien rechazó previamente una impugnación por el uso del voto por correo en ese estado.

"La solicitud presentada al juez [Samuel] Alito y por él remitida a la Corte es denegada", dice la resolución publicada esta tarde.

De acuerdo con el diario estadounidense The New York Times, la gestión de los republicanos ante la Suprema Corte tenía importantes obstáculos legales, ya que se presentó mucho después de la promulgación de la legislación impugnada que permitía el envío de votos por correo, además que se trataba de cuestiones de ley estatal, mas que federal.

La Corte Suprema de Pensilvania rechazó la demanda de los republicanos al señalarles que tuvieron más de un año para impugnar los cambios en la legislación relativa al voto de correo, pero prefirieron hacerlo hasta que millones de votantes del Estado expresaron su voluntad mediante el voto en las elecciones de noviembre de 2020, así como previamente en las elecciones primarias.

"Los peticionarios no actuaron con la debida diligencia al presentar el reclamo", dijo la Suprema Corte de ese estado, ante la solicitud de anular las papeletas de voto enviadas por correo.

La presentación del caso ante la Corte Suprema de los Estados Unidos buscaba una orden que le dijera a los funcionarios estatales que no tomaran acciones para certificar el resultado electoral en Pensilvania, o que anulara cualquier acción ya tomada mientras los demandantes formulaban una apelación.

Según The New York Times, otro motivo que complicaba el éxito de la demanda ante el más Alto Tribunal del país era el hecho de que lo que se pretendía era impugnar una interpretación de la ley estatal por parte de la Corte Suprema de ese estado, algo que la Corte Suprema de Estados Unidos no suele cuestionar.

Los abogados del estado de Pensilvania calificaron la petición de los republicanos como "una afrenta a la democracia constitucional".

Los peticionarios piden a este tribunal que emprenda una de las invocaciones más dramáticas y disruptivas del poder judicial en la historia de la República: ningún tribunal ha emitido una orden que anule la certificación de un gobernador de los resultados de las elecciones presidenciales.

Los republicanos también cometieron errores en el trámite previo de su demanda: alegaron ante la Suprema Corte de EE. UU. que la ley estatal violaba las reglas constitucionales federales, sin embargo, nunca usaron ese argumento en las cortes de Pensilvania. El Alto Tribunal tampoco se pronuncia sobre casos donde los peticionarios entablan ante ella argumentos legales que no fueron presentados previamente en las sedes inferiores.

El rechazo de la Corte Suprema se suma a la larga lista de derrotas en sedes judiciales por parte de la campaña de Donald Trump. Sin ganar el estado de Pensilvania, Trump tiene anuladas sus posibilidades de quedarse cuatro años más en la Casa Blanca.