La reconocida empresa costarricense Tricopilia cumple 90 años en este 2020. Con un característico sabor y productos posicionados en el marcado, esta pyme ha tenido la tarea de enfrentar la pandemia con la tarea de no prescindir a ningún empleado y seguir repensando su modelo de negocio.

Para conocer con detalle su historia, Delfino.cr, conversó con el gerente general de Fruta Dulce de Costa Rica S.A., Fernando Morales.

Para hablar de sus primeros pasos hay que remontarse a 1930. Un cubano, de nombre Juan Montiel, tomó la decisión de traer a Costa Rica un producto nuevo, la guayabita, conocida popularmente como Tricopilia.

En los años 60,  fue adquirida por una familia, cuyo nombre no se precisa.  Años más tarde, en los 80, la compró Juan Dada, quien fue el abuelo de su actual gerente general.

Tras la muerte de Juan Dada en 1999, se cambió el nombre de la empresa de Tricopilia a Fruta Dulce. La razón: Simpleza para aquellos países a los que exportaban  que no son de habla hispana. "Desde el día uno empezó con los dulces de guayaba tricopilia ahí fue haciendo diferentes productos", señala Morales.

De la mano de su bocadillo estrella han logrado posicionarse en diferentes mercados. Hoy están en Panamá, Puerto Rico, Guatemala y Trinidad y Tobago, pero aspiran a llegar a países a Europa, Estados Unidos y Asia. Trabajan diariamente en mejora de sus estándares de calidad e inocuidad de alimentos para llegar a sus objetivos.

La empresa ha tenido sus sube y bajas a nivel de estabilidad pero siempre ha estado con cierta estabilidad financiera. Ahora, en la actualidad es una pequeña empresa (pyme), que en los últimos años se ha enfocado en modernizar la parte productiva", agrega el gerente.

Si bien existen diferentes sabores en la marca, el guayaba se suele robar los antojos. La fruta con la que se hace tiene una historia particular: Son compradas a los indígenas Cabécar de los bajos del Chirripó.

Antes le compraban la Guayaba a una planta, la misma cerró y ellos investigaron de donde provenía la pulpa del fruto que adquirían. Se dieron cuenta que venía de la zona indígena y decidieron negociar directamente con ellos, sin la necesidad de intermediarios.

Tenemos más control de la cosecha porque se las compramos directamente a las personas que cosechan y les queda más plata a ellos al pagarles directamente. Ha sido un proceso de cuatro años de generar confianza y alianza.", detalla el Morales. 

Seguir posicionándose luego de 90 años

La clave, según el gerente, es “hacer los productos con el cuidado necesario para que cuando los consumidores prueben nuestros productos, siempre quede satisfecho y que la compra se vuelva recurrente”.

Asimismo, señala que la fidelidad los consumidores los ha hecho conservar la marca durante años. “Para llegar a esta fidelidad lo más importante a lo interno de la empresa es nuestro personal, nuestro recurso humano, porque al final las personas que trabajan en la planta son los que producen”.

No obstante, el reto que enfrentan hoy es enamorar el público joven. Admite que es una marca que se ha vuelto vieja en el sentido de estar bien posicionada en la mente de los consumidores de 40 años para arriba, pero de 40 para abajo “cada vez perdemos fuerza conforme se intenta llegar a la población joven”. Por tanto buscan nuevas estrategias.

Actualmente son 35 personas las que laboran en la empresa. Fotografía: Tricopilia

Al respecto, la pandemia les llegó en un momento donde se estaban trasladando de planta. Estuvieron sin producir durante mes y medio, lo cual hizo que los ingresos se vieran afectados.

En algún momento tuvimos la posibilidad de acogernos a las suspensiones laborales o reducción de jornadas, pero al final decidimos hacer el esfuerzo para mantener a los empleados y no afectar el salario de ninguno", dice el administrativo. 

La pandemia también trunco las participaciones en ferias internacionales y diferentes métodos para conseguir clientes en el exterior. Por tanto, han tenido que digitalizar esas tareas y buscar eventos virtuales. “Cambiar la forma de ver y hacer algunas cosas para adaptarse a esta realidad”.

Sobre el nuevo laboratorio, buscan que sea una herramienta a la cual puedan sacarle el máximo provecho y una ayuda también para emprendedores. Esperan que sea un hub de innovación por lo que conformaron una sociedad nueva llamada food maker con el objetivo de brindar a emprendedores de alimentos un espacio para que puedan desarrollar sus productos, también les dan servicios de tecnología de alimentos o cualquier consultoría que requieran y esté en sus manos.

Estamos en la vanguardia de la innovación, podemos generar vínculos con emprendedores que a futuro pueden ser negocios nuevos", destaca Morales.

La empresa está ubicada en Santa Rosa de Santo Domingo de Heredia y cuenta con una sola planta. Actualmente Tricopilia se presenta en diferentes sabores y formas: Tricopilia sports, chocolates, rellenos para panadería, sirope, bocaditos y mermeladas.

Me gustaría que la empresa sea ejemplo para que algún emprendedor no se dé por vencido", finalizó el gerente.