Por Diego Corea Moreno – Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica
Para nadie es un secreto que, cada día que pasa, nuestro planeta va en decaída. Estamos viviendo una época de transición energética que se caracteriza por la importancia del uso de las energías renovables. Por suerte, algunas empresas y grupos de personas luchan para contrarrestar este problema, por lo que es más común en nuestros días oír las palabras “energía renovable”.
La energía renovable es la electricidad producida por los factores sol, agua, viento y biomasa vegetal o animal. Se dice que es la alternativa más confiable para extraer materia de fuentes fósiles como el carbón o petróleo. Una característica es que no utilizan combustibles fósiles, en vez de esto se utilizan recursos naturales capaces de renovarse ilimitadamente. Los expertos piensan que tal vez en mediado o largo plazo tendremos una disminución considerable en el daño al planeta porque genera un impacto ambiental muy escaso. La energía renovable tiene diferentes tipos: energía solar (obtenida del sol), energía geotérmica (obtenida de los volcanes), energía eólica (obtenida del viento), energía hidroeléctrica (obtenida del agua), biomasa (obtenida de residuos orgánicos).
Por su parte, la generación distribuida consiste en la generación de energía eléctrica mediante diversas fuentes de energía renovable que se instalan cerca del lugar donde serán consumidas, eso sí, conectado siempre a la red eléctrica nacional. Este proceso se logra gracias a los paneles solares que deben ser instalados en el techo de sus hogares para que capten la luz del sol, seguido de un inversor que convierte la corriente continua en corriente alterna, luego la energía es direccionada a la caja de distribución.
Tal vez se esté preguntando qué pasa si no se utiliza toda la energía recolectada por el panel solar. Este sistema es capaz de distribuir la electricidad generada que no se usa a la red pública para que sea compartida con los vecinos, de este modo no se desperdicia. Cabe recalcar que para que se logre este proceso es necesario disponer de un medidor bidireccional para que permita el paso de corriente hacia ambos lados. ¿Y qué pasa en la noche: puede seguir utilizando mi energía solar? Lastimosamente no, este sistema no dispone de almacenador de carga por lo que se empezará a consumir energía de la red pública.
Algunas empresas distribuidoras reconocen hasta un 49% de la energía generada por lo que se termina pagando un valor menor en recibo de luz. Con estos sistemas se recomienda que se consuma más electricidad durante el día que en la noche para poder consumir toda su energía gratis.
Como podemos observar, las dos definiciones se entrelazan porque necesitamos de la energía renovable para ejecutar el proceso de generación distribuida; es una alternativa para evitar de manera considerable la contaminación global e incluso ayudar a disminuir el consumo eléctrico por lo que la red pública no se sobrecargará. Sin duda alguna, estas ideas, junto a otras muy buenas, nos guían a un futuro donde la tecnología será uno de los campos más fuertes y a su vez importantes en nuestra vida.
