El Gobierno de Costa Rica recibió este martes una donación por parte del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por un monto de $500.000 para apoyarle a afrontar la emergencia ocasionada por el huracán Eta.
Los recursos fueron otorgados bajo la modalidad de cooperación técnica no reembolsable para ayuda de emergencia y según la Comisión Nacional de Emergencias, serán usados para la compra de alimentos, agua potable y demás bienes de uso primario que requieren las personas afectadas; compra de medicinas y atención médica a las personas afectadas, y compra de colchones y demás materiales requeridos en los albergues creados para atender la emergencia.
Costa Rica le informó al BCIE que el huracán Eta dejó 325 mil personas damnificadas. De ellas, 2056 fueron movilizadas hacia 77 albergues temporales instalados en 23 cantones.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, externó su agradecimiento al BCIE ante la pronta respuesta y destacó que “este apoyo económico significa un gran aporte para continuar con la ayuda en la recuperación y reconstrucción de los lugares más afectados en el país por el paso del huracán”.
Por su parte, el presidente ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi, señaló que Costa Rica fue uno de los primeros socios fundadores del banco en hacer la solicitud de esta donación y que le complace que el tiempo de respuesta fuera corto.
“Como gobernadora del BCIE, celebro el rol fundamental del banco en nuestro país, sea para apoyar los esfuerzos de atención de crisis generadas por la COVID-19 o, en este caso, por el huracán ETA, mediante cooperación no reembolsable; así como en proyectos de inversión pública clave como hospitales, carreteras, acueductos y alcantarillado, entre otros, que son estratégicos para la recuperación económica y el desarrollo sostenible”, expresó Pilar Garrido, ministra de Planificación Nacional y Política Económica.
Adicional a esta donación, el BCIE se encuentra estructurando el “Programa Centroamericano de Reconstrucción Resiliente” por un monto de US$2.500 millones disponible para los países miembros que lo soliciten y está siendo diseñado para financiar proyectos que enfrenten y prevengan los desastres y calamidades con el fin de adaptarse a los efectos de la variabilidad y cambio climático, con el objetivo de restituir medios de vida y crear oportunidades socioeconómicas en las comunidades afectadas.