Los incrementos en el costo eléctrico que hemos enfrentado desde hace muchos años no son producto de la instalación de paneles solares en el país, sino que son el producto de una serie de errores de planificación y ejecución, como lo han reconocido algunas autoridades.
Esta planificación centralizada es muy difícil y riesgosa para el país, más en estos tiempos, donde debido a la crisis sanitaria y su impacto económico, nos enfrentamos a un futuro incierto en el mediano plazo.
Gracias al esfuerzo de varias diputadas y diputados, contamos con una propuesta de ley para el futuro (proyecto 22.009), donde a través de señales de precios correctos, que incluyan y transparenten los costos reales, nos permitan entre todos, de acuerdo con nuestras posibilidades y necesidades, construir un modelo sostenible, solidario, distribuido y eficiente para el futuro.
En el proyecto, no se atenta contra esa solidaridad, como funcionarios de algunas empresas distribuidoras de electricidad han indicado, sino que presenta un alto a las ineficiencias, los sobrecostos, la difícil planificación y otros males que han plagado por mucho tiempo nuestros costos de electricidad.
Esos tiempos donde entendíamos solidaridad como distribuir los sobrecostos entre todos, deben de dar paso a un modelo donde entendendamos la solidaridad como el permitir que todos los costarricenses, desde una humilde casa de habitación, una pequeña empresa, un hotel o una empresa de Zona Franca, utilizando las mejores tecnologías disponibles, y contemplando costos de operación y servicios transparentes, busquen actuar para obtener un beneficio propio, al mismo tiempo que nos producen un beneficio colectivo.
No avanzar en este sentido significaría que algunos consumidores, los más privilegiados, en un esfuerzo por buscar la supervivencia de sus empresas, comiencen a apartarse del sistema eléctrico nacional, lo cual sí atenta contra la solidaridad, y es un gran desperdicio de recursos los cuales podrían darnos servicios a todos, mucho más baratos que otras opciones.
Avanzando de esta manera, los paneles solares no serán causantes de incrementos en el costo, más bien contribuirán a reducciones importantes al sustituir inversión centralizada en plantas faraónicas o proyectos de la ley 7200 que tan caros nos resultan a todos.
No podemos dejar pasar esta oportunidad, operando desde nuestros temores o egoísmo. Es momento de comenzar a construir entre todos el nuevo sistema eléctrico que merecemos los costarricenses, el cual será sostenible, solidario, distribuido y eficiente.
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