Presidente de la República,

Presidente de la Asamblea Legislativa,

Personas dirigentes de sectores y organizaciones que se involucrarán en el  diálogo para la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales opinión pública y a la ciudadanía

Nuestro país ha venido dando importantes pasos en el camino de la igualdad y  hacia la inclusión sociopolítica de las mujeres. Hemos ratificado una serie de  instrumentos internacionales que son parte del ordenamiento jurídico y han  trazado la ruta, entre ellos, la Convención sobre la Eliminación de Todas las  Formas de Discriminación contra la Mujer, que compromete al Estado a garantizar  la participación de las mujeres en la formulación de las políticas gubernamentales en igualdad de condiciones que los hombres.

La Sala Constitucional bien ha explicado que conforme al Principio de Paridad de  Género, “la conformación de las organizaciones políticas y sociales, deberán estar  integradas por 50% hombres y 50% mujeres. Ello como una medida afirmativa que  pretende recuperar espacios perdidos durante años a la participación e incursión  de las mujeres en distintas instancias sociales, particularmente de la vida pública.  Todo lo cual se traduce en el derecho de hombres y mujeres a disfrutar, en  condiciones de igualdad, de todos los derechos políticos y civiles” (Sentencia  4622-16).

El contexto actual de crisis afecta de manera diferenciada y desproporcionadamente a las mujeres, por ello, quienes firmamos esta “Carta  Abierta” clamamos por una democracia participativa y exigimos que la  representación de cada grupo que integre la Mesa de Diálogo Nacional cuente con  una integración de 50% de hombres y 50% de mujeres, convencidas no solo del  derecho a participar en igualdad, sino seguras de que el aporte de la visión de las  mujeres en el proceso de análisis de propuestas será determinante para el éxito  de cualquier diálogo.

La construcción con perspectiva de género facilita las habilidades de escucha y de  negociación. Las capacidades de diálogo, empatía y actitudes no violentas que aportará la participación de mujeres, facilitará a las partes llegar a acuerdos,  permitirá transversalizar la perspectiva de género, facilitará espacios de  negociación sin desigualdades de poder, y favorecerá soluciones que no excluyan  o perjudiquen grupos sociales y que sean respetuosos de los derechos humanos.

La Costa Rica que se asoma ya al Bicentenario, debe seguir avanzando en  paridad e inclusión; en respeto a los derechos humanos. Por eso, instamos  respetuosamente al señor Presidente de la República, al señor Presidente de la  Asamblea Legislativa y a las personas dirigentes de sectores y organizaciones que  se involucrarán en el diálogo para la búsqueda de soluciones a los problemas que  nos aquejan, a cumplir con el marco jurídico y:

  1. Conformar representaciones paritarias.
  2. Considerar el impacto diferenciado de la crisis y contemplar acuerdos que atiendan las necesidades de la diversidad poblacional que reside en el país.

Firmado por 118 mujeres de distintas organizaciones y sectores

Lea además el manifiesto: Lecciones para un diálogo pendiente.

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