Josep María Bartomeu presentó este martes su dimisión a la presidencia del FC Barcelona, según confirmaron los principales medios de Cataluña. Este hecho sucede casi 24 horas después de que él mismo desmintiese que existía la posibilidad de una renuncia.

No he pensado en dimitir. Creo que se está construyendo un buen proyecto y estoy seguro que vamos a ganar más de un título

El objetivo del empresario español era lograr que las autoridades catalanas postergaran la moción de censura contra él que, bajo los estatutos del club, debían llevarse a cabo el 1 y 2 de noviembre.

Mediante una carta enviada a la Generalitat, Bartomeu había pedido una prórroga con la excusa de que así podía habilitar varios centros de votación y de esa manera no existirían aglomeraciones en las oficinas del Camp Nou.

La Generalitat es el sistema institucional en que se organiza políticamente la comunidad autónoma española de Cataluña.

Según anticiparon varios medios españoles, la Generalitat no hizo caso a la solicitud y por ende, Bartomeu quedó acorralado ante la presión de los socios que iban a votar por su salida, por lo que prefirió dar un paso al costado este martes.

Bartomeu asumió como presidente del FC Barcelona el 23 de enero de 2014, cuando Sandro Rosell renunció al puesto porque la Justicia española detectó 40 millones de euros en pagos clandestinos al padre de Neymar, previo a su fichaje.

La gran campaña de la temporada 2014/15 (ganaron Liga, Copa del Rey y Champions League) trajo como consecuencia inmediata el triunfo de Bartomeu en las elecciones del 18 de julio de 2015, por el 55% de los votos.

Desde entonces, el dirigente se ha visto inmiscuido en escándalos como el "Barca Gate" y fuertes discusiones con ídolos del club, como Lionel Messi y Neymar. Tras perder 8 a 2 ante el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Champions League 2019/20, el astro argentino pidió abandonar el club y Bartomeu no se lo permitió.

Posterior a aquel lamentable episodio, los socios del club iniciaron un proceso para destituir a Bartomeu y el 7 de octubre se consiguieron las 16.521 firmas que establece el Estatuto de la entidad catalana para iniciar el voto censura.

En total, hubo más de 20 mil firmas. Sumidos en este contexto, el fin de su ciclo era cuestión de tiempo.