Ni la pandemia fue un obstáculo ante los sueños de Paola López y la mayor de sus hijas, Cami. Esta mujer aprovechó su talento culinario para potenciar su emprendimiento homónimo y cumplir así el sueño de su pequeña, aún en esta época tan difícil.
La historia, claro ejemplo de que se puede salir adelante aún en momentos difíciles, empezó hace un par de años cuando doña Paola estaba haciendo galletas de mantequilla con su hija mayor. Apenas sacaron las galletas del horno, la niña pidió ponerles dulce de leche a las galletas para que se le derritiera. Según relata la madre, la pequeña las probó y le pareció una deliciosa idea, por lo que le pidió a su mamá que fabricaran para vender.
Así y aunque al inicio estaba "poco convencida de la solicitud", doña Paola aceptó para no negarle a su hija la oportunidad de una experiencia para crear y crecer.
Según relata esta madre:
A pesar de que no nos quedaron tan bonitas, las galletas se vendieron y mi hija se emocionó tanto que me pidió que siguieran haciéndolas. Así nació Alfajores Pao. Poco a poco hemos ido perfeccionando la receta hasta llegar a los únicos alfajores que nos caracterizan. Cami es mi motor, es quien me continúa impulsando a seguir adelante con el negocio y a intentar productos nuevos. Ahora ofrecemos torta chilena, tres leches y hasta queque de leche condensada”.
En los últimos años, Alfajores Pao ha logrado una amplia clientela y el producto más solicitado eran los alfajores como recuerditos comestibles para baby showers, despedidas de solteras, cumpleaños, entre otros eventos; sin embargo, debido a la actual pandemia, estas actividades se cancelaron y por eso desde marzo doña Paola ya no recibía pedidos, lo que le puso nuevos retos al emprendimiento:
Tuve que empezar a buscar otras maneras para salir adelante. Este emprendimiento se ha vuelto nuestro ingreso familiar y la ilusión de Cami, por lo que teníamos que buscar soluciones. Nos inscribimos en todas las oportunidades que encontramos".
Doña Paola hace particular referencia al programa Buenas Acciones de Grupo Monge que ha apoyado a más de 150 trabajadores independientes, brindándoles un espacio para ofrecer sus productos en las tiendas Monge.
Grupo Monge, en particular, nos ha ayudado muchísimo, dándonos un espacio en tiendas, lo cual nos ha permitido vender muchos productos y visibilizar nuestro emprendimiento. Realmente fue un respiro, porque desde la casa no vendía nada”.
Según Carlos Fernández, gerente de Comunicación de Monge, por este medio se le da una oportunidad a los emprendedores para darse a conocer:
A pesar de que continuamos en un contexto nacional complejo, tenemos que reactivar la economía para mejorar y sacar adelante a Costa Rica. Con este espacio en nuestras tiendas, les damos a los emprendedores una vitrina para dar a conocer su negocio, ampliar sus ventas y ser contactados posteriormente por clientes interesados en adquirir sus productos”.