Es común escuchar que la información es importante para la toma de decisiones o que la misma es poder, ahora bien ¿cómo esta información hoy en día se puede convertir en un bien con valor y cómo esto puede ayudar a nuestras organizaciones?
La monetización de la información se puede dar por diversos medios, uno es vendiendo dicha información, por supuesto aquí debemos tener claro los límites legales que existen en temas como la legislación relativa a protección de datos, entre otra normativa que protege información de las personas y hasta donde se puede transferir la información a terceros, un gran ejemplo de esto mecanismo de monetización es la compañía Facebook que de acuerdo a un informe de OCDE la capitalización de mercado de esta compañía haciende a 600.000 millones de dólares a pesar que se supone que los servicios de Facebook son “gratuitos”.
El otro medio es utilizando esta información para crear nuevos productos, un tercer elemento es crear valores a nuestros clientes lo que provoca una fidelización de estos, podemos ver ejemplo de empresas que son maestras en la personalización de su servicio como es el caso de Netflix, que a pesar de contar con más de 167 millones de suscriptores a principios de año nos ofrece un servicio personalizado y esto lo logra a través de big data y de la inteligencia artificial y por ultimo la información puede contribuir en la mejora de procesos.
De acuerdo a la OCDE una forma de analizar como los datos pueden agregar valor es a través de lo que denominan como la cadena de valor global de datos donde se pueden señalar cuatro etapas en el proceso de obtener valor de los datos:
- Recopilación de datos brutos: que puede tener lugar en uno o varios lugares, sin embargo, no hay una creación de valor sustancial en esta etapa.
- Recopilación de datos: donde existe el reto de transferir y agregar datos principalmente en transacciones transfronterizas.
- Análisis de datos: donde se debe analizar múltiples bloques de información.
- La monetización: donde se crean nuevos datos que se incorporan a la cadena de valor de datos.
Por supuesto que esto también se puede racionalizar a pequeños negocios donde por ejemplo un hotel personaliza su servicio de alimentación determinando gustos y preferencias o un restaurante o supermercado a través de tarjetas de cliente frecuente puede determinar cuales son los productos que consumimos con mayor frecuencia y establecer campañas de mercadeo direccionada a cada cliente. Lo importante de administrar esta información para los negocios es tomar las decisiones, sean estas de mercadeo, recursos humanos o financieras basados en información y no solamente en instintos.
La información también podemos convertirla en una estrategia de protección, donde con dicha información una empresa se mantenga a la vanguardia dando ventajas de mercado con respecto a sus clientes y provocando así que sus productos sean pioneros en el mercado.
Ejemplo de esto son empresas como Volvo donde a través de sistemas de localización puedan trasmitir información en tiempo real de la ubicación y diagnósticos para ofrecer una conducción más segura.
También Boeing, quienes pueden trasmitir en tiempo real información a tierra para poder identificar problemas desde el principio, permitiendo que los equipos de mantenimiento están preparados antes de que llegue un vuelo.
Ya algunas empresas no son valoradas por sus bienes “duros”, sino por la información que mantienen en su poder, en una cuenta publicada por McKinsey en el 2018 sugieren que la monetización de datos crea ingresos, señalando que los datos contribuyen con un 10% o más de los ingresos totales para el 32% de las empresas de alto rendimiento y el 9% de todas las demás empresas.
Es conveniente evaluar con que información se cuenta y cuáles son los usos que se le puede dar a la misma para agregar valor a nuestros negocios. Es claro que la calidad de la información, la oportunidad de esta, así como establecer su uso será parte clave para incluir estos datos en nuestros modelos de negocios.
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