La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) señaló que el aumento de impuestos contenidos en la propuesta del Gobierno para la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tendría efectos muy negativos sobre la inversión, la bancarización, la competitividad y la generación de empleo; por lo que el Gobierno debe reducir el gasto público y promover el crecimiento de la economía si quiere lograr acuerdos en la Asamblea Legislativa y con el sector empresarial para la aprobación de una propuesta.
Enrique Egloff, Presidente de la Cámara de Industrias, afirmó que no se puede lograr la prosperidad desalentando el ahorro.
No se puede levantar al asalariado destruyendo a quien le contrata. Siguiendo esas sabias palabras, con relación a la propuesta del Gobierno para el FMI, podemos afirmar que no se puede incentivar el empleo afectando a quienes lo generan. No se puede reactivar la economía lesionando más a quienes producen. No se puede promover la bancarización fomentando el mayor uso del efectivo.
De acuerdo con el presidente de la CICR, no se deben aprobar más impuestos a la producción que ahuyenten la inversión extranjera y nacional, la reactivación y la generación de empleo; pues más impuestos sin atender la competitividad de la producción, afectará las exportaciones, el empleo y generará más pobreza.
"No es aceptable que en la propuesta al FMI presentada por el Gobierno se pretenda fijar más impuestos al sector productivo y a las familias, mientras que a nivel de contención y reducción del gasto es mínimo pues mucho de lo que se propone es lo que se tiene que aplicar por la Ley 9635. La mejor propuesta para bajar el enorme déficit fiscal y disminuir la deuda pública es reducir estructuralmente el gasto público y promover el crecimiento económico”, señaló Egloff.
El empresario afirmó que el Gobierno debe cumplir sus compromisos pendientes como lograr la aprobación de la Ley Marco de Empleo Público con ajustes para que tenga un impacto significativo sobre el crecimiento del gasto y la eficiencia del sector público; así como impulsar reformas estructurales como el proyecto C.E.R.R.A.R. presentado hace algunos años por el entonces diputado Ottón Solís pero que fue archivado ante la negativa de una parte de la oposición de prorrogarle el plazo de cuatro años para tramitarlo.
Egloff también dijo que es necesario que se incorpore en la propuesta la venta de empresas, más allá de FANAL y BICSA, que ni siquiera son propiedad del Gobierno y que se ejecute una renegociación de la deuda interna, considerando no afectar el rendimiento de los fondos de pensiones.
La Cámara de Industrias afirmó que el aumento de impuestos para el 2021 de 5 puntos porcentuales del PIB equivale a aumentar la recaudación tributaria en más de un 50% con respecto a la del presente año, lo que califican de "desproporcionado y prácticamente imposible de recaudar".
Además, tendría un efecto significativo sobre la actividad económica, prolongando y profundizando la recesión al 2021 y más allá. Los impuestos propuestos generarían efectos muy negativos sobre la inversión, la bancarización, la competitividad y la generación de empleo.
“Si bien no se puede negar el impacto que sobre las finanzas del Gobierno ha tenido la pandemia por los efectos en la actividad económica y las medidas para mitigar su impacto en las familias y las empresas, lo cierto es que el problema de las finanzas públicas es viejo y su origen se remonta al menos al 2008, último año en el que se presentó un superávit financiero. A pesar de la aprobación de la Ley 9635, el déficit fiscal en el 2019 alcanzó un 6.9% del PIB, uno de los más altos en la historia del país. El aumento del déficit fiscal y de la deuda por efectos del COVID -19 nos indica que las reformas estructurales del gasto son hoy más urgentes”, concluyó Egloff.