Las medidas fiscales presentado por el gobierno me recuerda un muy buen trabajo de Alesina, Favero y Giavezzi en 2018 (versión resumen). Una de las principales conclusiones es que las reformas más balanceadas en impuestos tienen efectos más recesivos que las reformas más balanceadas en gasto. Según los autores, todo ajuste fiscal tiene impactos perjudiciales en el crecimiento por eso los gobiernos buscan postergar las reformas, pero las más balanceadas en gasto producen mejores resultados en el crecimiento económico después de haber realizado el proceso de consolidación fiscal. ¿Por qué ese resultado? Al darse un ajuste mayor en gasto público, la inversión privada se recupera más rápido por un aumento en la confianza de los negocios, al anticipar que en el futuro no vendrán incrementos en impuestos debido a que se ajustó el gasto público de forma permanente.

Dicho anterior, el caso de Costa Rica se puede interpretar en cuatro puntos:

  1. Primero, con solo el anuncio del ajuste se podría dar un impacto dañino en el crecimiento economía a través de una contracción en la confianza de los negocios y en el consumidor, no solo por la evidencia que menciono, sino por el contexto actual (desempleo al 25%, fuerte recesión…). Desde acá ya el gobierno arrancó mal y es donde nace mi principal crítica. ¡Si queremos sostener la economía cuidemos las expectativas del público!
  2. Segundo, no todo lo presentado es malo. Algunas medidas de cargas impositivas se vuelven necesarias precisamente porque las necesidades de financiamiento para el próximo año serán de 15% del PIB (versus el promedio de los últimos 5 años 11%) y obliga tener recursos frescos en el corto plazo. Los impactos por el lado del gasto suelen ser más lentos en generar ahorros, por esa razón, tomar medidas impositivas temporales que generen ahorro inmediato es necesario. ¿Pero los impuestos generan distorsiones? Sin duda, todos lo hacen, pero como dice el economista Fernando Corrales “este paciente está en shock”.
  3. Tercero, ¿eso justifica presentar una reforma inclinada en impuestos? No, por dos razones: i) el efecto recesivo vía confianza de los negocios y el consumidor ii) hay ajustes de impuestos que generan mayores distorsiones que otros en el crecimiento y la productividad, al impactar directamente el ingreso disponible y los incentivos para evadir (por ejemplo: los cambios en el impuesto de renta). Mauricio Soto ha trabajado esto.
  4. Cuarto, estamos perdiendo la oportunidad de hacer una fuerte reforma del estado (sumado a la de empleo público). El tamaño y la ineficiencia son evidentes y nos tiene que llevar a tomar medidas robustas, sumado al exceso de duplicidades de funciones. Al mismo tiempo, debemos tener claro que los ahorros de una reforma como tal si duran más en dar su fruto.

En conclusión, las señales que envía el gobierno con los anuncios de política tienen impactos reales, y es algo que se debe tratar con mucho cuidado en un contexto como el actual. Además, desde el frente de las políticas y debido al sentido de urgencia será necesario tomar medidas tributarias temporales como el impuesto Tobin. Incluso, como lo sugiere Rodrigo Chaves en tan solo 2 años ya puede generar los rendimientos necesarios y minimizar (no eliminar) las distorsiones que produce cualquier impuesto. Por último, es necesario hacer una reforma de estado robusta que optimice el tamaño del gobierno y la ineficiencia de instituciones públicas. Sin embargo, el ahorro fiscal que genera una medida como tal se percibirá más en el largo plazo, pero el shock en la confianza de los agentes económicos puede traer beneficios más rápidos de lo esperado.

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