Por Marian Paola Valverde Porras y Roy Gerardo Vargas Delgado - Estudiantes del Innovation Club de ULACIT

El internet de las cosas está en auge actualmente, y el hecho de que dependemos cada vez más de productos tecnológicos todos los días nos obliga a automatizar nuestra vida cotidiana. Comenzando por encender o apagar las luces, subir o bajar la temperatura del aire acondicionado, o abrir o cerrar las cortinas, todos estos tipos de acciones, que generalmente se consideran necesarias, ahora se incluyen en el sistema de IoT, la abreviatura en inglés "Internet of Things"; este es el responsable de interconectar digitalmente los objetos cotidianos con internet. Sí, parece ser un hecho extraño conectar objetos como bombillas, ventiladores, aspiradoras y cerraduras de puertas a internet, pero esto se ha convertido en un hecho cada vez más asociado con nuestras altas demandas. En este nivel, la tecnología ha progresado increíblemente desde el siglo pasado.

Sin embargo, el tema de IoT no es del todo optimista porque puede causar problemas de privacidad, ya que estos dispositivos comparten mucha información sobre salud, información financiera, ubicación y otros datos personales relevantes. Lo anteriormente mencionado se ve expuesto a hackeos y a una serie de robos de data que puede llegar a ser sumamente peligroso para los usuarios, aunque también, de una u otra forma, todo depende de la información que se comparta, pero eso no es excusa para el hecho de que exista el riesgo del robo de información.

Los avances tecnológicos conllevan una gran contribución al desarrollo de la humanidad, y desde esa perspectiva nos viene la incertidumbre: ¿realmente el IoT nos ayudaría a desarrollar la humanidad, a mejorar nuestra salud y calidad de vida y no solamente a facilitar las tareas normales del hogar?

La respuesta es que sí va a ayudar en el futuro a desarrollar la humanidad. Aunque se crea que el IoT es solamente crear cosas que mejoren tareas del hogar, no es así. Por ejemplo, lograron crear una silla de escritorio y le agregaron sensores que capta posiciones y formas en la que una personas se sienta; esto es de gran ayuda ya que guarda esos datos y los recopila para saber si, en realidad, está teniendo buenas posturas que no afecten su rendimiento ni su salud. Es con ese tipo de ejemplos que puede relucir el hecho de que la automatización de simples objetos de uso diario puede mejorar nuestra calidad de vida para así evitar ciertas enfermedades o malestares a corto, mediano o largo plazo.

Es importante recalcar que no solo dentro del entorno de las casas el IoT ha llegado a incursionar, sino que, en fábricas de alta producción, oficinas, vehículos y ciudades, todas estas han llegado a adentrarse en dicho ámbito, el cual desea minimizar el uso de mano de obra y aumentar ganancias para los empresarios, así como reducir costos en los precios finales para el consumidor. Sin duda, el internet de las cosas va a marcar un antes y un después en la vida de millones de personas, y tarde o temprano estará presente en cada acción que realicemos en nuestro diario vivir. Lo que es incierto es si en el futuro estas tecnologías (IOT) van a llegar a provocar más efectos negativos que efectos positivos. No se sabe si esto puede llegar a generar más desigualdad o, si por el contrario, servirá para cerrar brechas. También queda en duda si todos estos avances serán de suma utilización para las futuras generaciones.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.