Por Melania Zamora Brenes – Estudiante de la Escuela de Estudios Generales
¿Es responsable aceptar un trabajo sin tener el conocimiento académico y la capacidad necesaria, y poner en riesgo a los demás? Aunque todas las actividades que se realizan en los trabajos tienen riesgos asociados, es importante que los expertos se responsabilicen en brindar seguridad a las personas y bienes. Los colaboradores, para realizar controles operacionales que mitiguen los riesgos, deben tener el conocimiento adecuado sobre maquinarias, procesos, estructuras, etc.; en caso de no poseerlos, es obligatorio capacitarse.
Al iniciar la carrera de ingeniería en seguridad laboral y ambiental en el año 2016, se estudió un caso de una muerte por un accidente laboral en el BCR. El trabajador se encontraba cumpliendo labores de mantenimiento en uno de los elevadores del edificio, una estructura lo golpeó y murió (Torres, 2016). Estos accidentes laborales, aunque pueden darse por omisión de las personas, también puede producirse por la falta de controles realizados por un encargado en la materia. Por consiguiente, no es moralmente correcto tomar decisiones que afecten a trabajadores sin tener las habilidades técnicas y académicas necesarias.
Las estadísticas del Consejo de Salud Ocupacional establecen que la mayor siniestralidad por tipo de riesgo causante es por golpes o cortes con objetos o máquinas es de 39.386 casos (41 %) (Consejo de Salud Ocupacional, 2018), lo cual está relacionado con la irresponsabilidad en el manejo de equipos y protocolos. Para evitar esto es necesario el enfoque moral en el cumplimiento de los deberes profesionales; estos se logran actuando de acuerdo con la normativa y ética profesional, y tomando en consideración los principios universales de “Actuar según ciencia y conciencia” y “´Probidad profesional” para así cumplir con la finalidad de la profesión (Castilla, 2010, p. 123). Un trabajador que decide desempeñarse en puesto para el que no tiene el conocimiento necesario no está cumpliendo con sus deberes y no actúa de manera responsable.
La legislación del país prioriza la seguridad del trabajador; el encargado que no toma decisiones en favor de este principio por desconocimiento académico está irrespetando la ley. En el Reglamento General de Seguridad e Higiene de Trabajo, dentro de las obligaciones de los patronos, establece que debe adoptar y poner en práctica medidas de seguridad e higiene adecuadas para proteger la vida, la salud y la integridad de todos los involucrados (Poder Ejecutivo, 1970, artículo 3). Esto únicamente puede lograrse si los patronos cuentan con personal apto para realizar estas funciones, que cuenten con capacidad para desarrollar medidas que contrarresten condiciones y prácticas inseguras que pongan en riesgo a los colaboradores.
Sin embargo, las personas siguen aceptando puestos sin ser competentes. Los altos índices de desempleo en el IV trimestre del 2019 hubo un desempleo del 5,3% y en el I trimestre del 2020 fue del 13,7% (INEC, 2020) podrían ser una de las condicionantes para que esto ocurra. El profesional piensa con el principio del egoísmo ético, enfocándose en lograr su beneficio propio económico.
El contexto crea una disyuntiva sobre la manera correcta de actuar como profesionales: cumpliendo los deberes o buscando únicamente el beneficio propio debido a la falta de trabajo. Tomar el empleo que ofrezcan aún sin tener el conocimiento necesario puede generar consecuencias negativas mayores que los beneficios. Por tanto, no es moralmente correcto hacer un trabajo sin tener las competencias necesarias, lo recomendable es capacitarse y aceptarlo hasta estar realmente preparado.
