Tengo una pelea eterna con el sistema de facturación del Ministerio de Hacienda de Costa Rica. Cada vez que intento hacer una factura, duro al menos 30 minutos en completar el proceso, porque siempre, SIEMPRE, pasa algo.

Cualquiera me diría: “Ay, pero pasate de proveedor, hay varias plataformas privadas y baratas”. Pero no, esto es una guerra entre el MH y yo. Es que sencillamente me niego a pagar por otro servicio, porque el sistema debería de ser tan sencillo, que cualquier ciudadano lo pueda utilizar sin problemas, porque los costarricenses pagamos $8.5 millones (claramente ninguno de ellos millones fue para un diseñador UX) y además está ahí para que todos lo usemos, para que todos paguemos nuestros impuestos, y podamos sacar al país de su deuda. ¿Es que no se dan cuenta del tremendo impacto que tiene la usabilidad de esta plataforma en el desarrollo del país? Si la gente no puede usarla, no van a declarar y por lo tanto no hay platica pa Costa Rica, así de sencillo, y no se le puede echar la culpa al ciudadano honesto que intenta hacer las cosas bien.

No voy a enfocarme en la experiencia que tuve al usar el sistema por primera vez; con solo el hecho de que exista un manual de uso, ya queda claro que la herramienta está mal hecha (el clásico: UX is like a joke. If you have to explain it, it isn’t that good). Tengo los pasos apuntados en un cuaderno… con eso les digo todo.

Hoy quiero referirme específicamente al firmador. El firmador sirve para autenticar que efectivamente soy yo la que estoy generando una factura. El firmador de Hacienda se llama Signum One y se puede descargar directamente desde la página de Hacienda, o desde la página del desarrollador.

Todo empezó cuando al intentar finalizar una factura, de repente me salió un “error”. Ajá… un error de que Hacienda no puede conectar con el firmador. El problema más grande es que no dice cómo solucionarlo, ni por qué está ocurriendo. Después de un rato descubrí que el archivo del firmador ocupaba ser actualizado y que tenía que ir a la página del desarrollador para descargar la actualización. ¿Se imaginan tener que hacer todo esto para poder generar una factura? Como si fuera poco, el flujo dentro del sitio web del desarrollador para hacer la actualización no tiene mucho sentido:

Descargar (firmador) > Descargar para iOS (firmador) > Guía de actualización > PDF > link para descargar la actualización

Así se ve el PDF con la guía:

Son 5 pasos para poder descargar un archivo que no sé qué es, pero que me piden (por medio de la guía en PDF) que reemplace en la carpeta “Java” dentro la carpeta de “Package Contents” de Signum One.

Y listo. En teoría ya tengo listo el firmador. Pero para este punto, mi sesión de Hacienda ya se cerró y me toca volver a abrir sesión, buscar la tarjeta TIV otra vez, y por supuesto, la factura que había creado se borró (o al menos no he encontrado dónde o si se guardan borradores) y me toca hacerla de nuevo y cruzar los dedos para que esta vez, sí funcione.

Todo este proceso me tomó mas o menos 40 minutos, entre hacer la factura, descubrir cuál era el problema y actualizar el firmador. Tomemos en cuenta que soy Millenial, crecí con computadores y además trabajo en tecnología. ¿Se imaginan un señor como mi papá de 66 años pasando por esta tortura?

Entiendo que el desarrollador de Signum One es un proveedor externo, sin embargo, el problema de Hacienda es usar este servicio sin medir el impacto tan grande que tiene en su sistema. Después de todo, la herramienta se percibe como una sola y la experiencia es una sola.

Ministerio de Hacienda, pónganse las pilas, piensen en sus usuarios, escojan bien a sus proveedores y contraten un diseñador que les ayude a desarmar la interfaz y armarla de manera que tenga sentido.

Háganlo por Costa Rica por favor.

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