La humanidad ha estado acostumbrada a los cambios siempre. Si bien en muchas ocasiones estos procesos han sido devastadores y difíciles, también han arrojado oportunidades de evolución y crecimiento. Hoy cuando la COVID-19 impuso una nueva realidad, desde el campo tecnológico su resultado ha sido el de acelerar ajustes que ya habían comenzado con la Revolución Industrial 4.0.
Este impulso a la digitalización —drástico para muchos— no solo modificó la manera en que las personas realizan sus negocios, sino que visibilizó aún más las herramientas tecnológicas. Una de ellas es el espacio de almacenamiento y administración de datos en la nube, el cual se ha convertido en un gran aliado para la supervivencia de muchas organizaciones.
Teletrabajo, comercio electrónico y servicios en línea han experimentado un mayor auge. Las medidas sanitarias como el confinamiento, el distanciamiento social, la restricción vehicular y el teletrabajo han obligado a las organizaciones a replantear sus dinámicas y la manera de asegurar en línea el acceso a sus datos, así como la comunicación con sus colaboradores, clientes y proveedores.
Quienes han visto oportunidad en esta coyuntura, pese a las dificultades sanitarias y económicas, han logrado incluso ampliar su red de usuarios durante estos últimos seis meses.
Los servicios en la nube cobran relevancia porque ayudan a optimizar la gestión empresarial, así como reducir costos operativos en momentos donde es crucial hacerlo para garantizar la supervivencia de las organizaciones, especialmente pequeñas y medianas empresas (Pymes).
Las Pyme son las más beneficiadas. Al analizar la oferta de compañías nacionales que existen dentro del mercado 4.0, un 54% se dedican a brindar servicios en la nube, según el estudio de Perfil de la Oferta Costarricense Especializada en Tecnología 4.0 del 2019, el cual también señala que si bien poseen grandes clientes, la mayoría (un 53%), son pequeñas y medianas empresas, lo cual refleja el beneficio en sus economías y las oportunidades de focalización para sus procesos de crecimiento.
El uso de estas herramientas tecnológicas, les han permitido beneficios como la optimización del recurso humano y su operación cotidiana. Asimismo, su rendimiento ha mejorado y han reducido costos operativos con un desarrollo que se adapta de manera flexible conforme a la demanda del volumen de su producción y servicios que brindan, sin incurrir en inversiones adicionales o, por el contrario, que las mismas les resulten ociosas de acuerdo con la capacidad requerida.
Migrar los datos a la nube brinda accesibilidad a información total de los archivos y proyectos desde cualquier parte del mundo, permite la actualización a cualquier hora con sólo conectarse a internet.
Al ser servicios en línea no se requiere de instalar software complementarios, ni espacios físicos para albergar servidores, que exigen mantenimiento y en muchos casos personal de soporte interno o foráneo.
Contribuye al medio ambiente. Su uso contribuye a la reducción de la huella de carbono. Algunos estudios del DOE (Departamento de Energía de Estados Unidos), estimaban para el año 2020 una reducción del 45% del consumo de energía comparada con las tendencias actuales de crecimiento gracias a la utilización de herramientas basadas en la nube. Lo cual podría ser mucho mayor debido a la pandemia y el aumento del teletrabajo.
Alta seguridad. Plataformas de nube como AWS, cuentan con certificaciones tales como CSA, ISO 9001, ISO 27001, PCI DSS1, entre muchas otras. Por lo que se cuenta con altos niveles de seguridad y transparencia. AWS tiene entre sus clientes a empresas como Netflix, BMW, NASA, Nasdaq, además de clientes gubernamentales de varios países.
Un buen servicio de desarrollo en la nube brinda asistencia en seguridad de infraestructura, administración de políticas y de identidades, monitoreo de seguridad, administración de puntos vulnerables y protección de datos.
Oportunidad para el agro y otros sectores. Según el estudio citado de Procomer, aún existe mucho margen para que las compañías experimenten los beneficios de las tecnologías 4.0, pues un 38% aún no han incursionado en estos servicios. Sectores como el agro, donde aún hay mucho potencial, han comenzado a explorar los beneficios de la big data y servicios en la nube, lo cual refleja un espectro importante para que a través de estas herramientas incrementen su producción y eficiencia.
Esos servicios también son importantes para nuevos emprendimientos, ya que muchas veces se cuenta con recursos limitados lo que da provecho a las inversiones iniciales sin incurrir en la compra de equipos sofisticados, el destino de espacios físicos o contrataciones de personal especializado de TI, ello enfoca a que los recursos se puedan emplear al crecimiento empresarial.
Si bien la COVID-19 nos ha dejado una nueva realidad, también abre la puerta para que quienes se atrevan a dar el paso de migrar a la nube encuentren en la tecnología 4.0 una opción no sólo de sobrevivencia, sino de crecimiento y potenciar su negocio. ¡Sólo se requiere dar el paso!
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