El Centro Centroamericano de Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) afirmó este miércoles que Costa Rica llegó al pico de la pandemia por COVID-19 a mediados del mes de septiembre e inició un descenso en la velocidad de los contagios del virus.

El CCP, que publica semanalmente un análisis sobre la tasa R de contagio del SARS-CoV-2, afirmó que la más reciente estimación sitúa dicho indicador en 0,96 con tendencia moderada a la baja. Se entiende que en una epidemia cuando el R es mayor a 1 los contagios se acelerarán, si es igual a 1 se mantendrán en el tiempo, y si es menor a 1 la propagación está en vías de extinción.

"De mantenerse esta tendencia, el número de casos bajará a 700 diarios a fines de octubre, con menos de 500 hospitalizados, 500 en UCIs. De acentuarse la caída en la tasa R, el número diario de casos podría llegar a 500 diarios dentro de un mes", dice el análisis.

Según el CCP; el país llegó al pico de curva epidémica a mediados de setiembre y está en una fase de disminución de la incidencia de infecciones, pero aún está lejos de alcanzar niveles de incidencia y prevalencia que permitan una contención eficaz con rastreo y testeo.

El nuevo estimado de la tasa R corresponde a contagios ocurridos alrededor del jueves 24 de setiembre, ya que en promedio suelen transcurrir 6 días entre el momento del contagio y el reporte confirmatorio del laboratorio.

Según el informe, los feriados del 12 al 14 de septiembre, 2 y 15 de agosto ralentizaron la baja de la tasa R, sin embargo, pasado dichos días el comportamiento a la baja se reanudó de inmediato.

La tasa R habría alcanzado el umbral de 1 alrededor del 15 de septiembre, y desde entonces tendió a la baja. Se estima, entonces, que Costa Rica llegó al pico de la curva epidémica en esos días.

"Una alentadora tendencia a la baja en la tasa R ocurrida en julio coincidió con la orden sanitaria de usar mascarillas en lugares públicos a partir del 27 de junio y con las restricciones de movilidad y agrupamiento que se endurecieron especialmente del 11 al 19 de julio, en lo que se denomina la política del “martillo”. Aunque no es posible establecer de manera inequívoca una relación de causa-efecto, la coincidencia es muy sugestiva de que estas intervenciones tuvieron un impacto", afirmó el CCP.

Para el Centro, la orden sanitaria de uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos a partir del 9 de septiembre puede haber sido un factor que evitó una alza de la tasa R asociada a la apertura de restricciones ocurrida en la misma época.

La buena noticia de que Costa Rica empezó a bajar la curva de la pandemia contrasta con el hecho de que la curva de la tasa R de la pandemia coloca al país, junto a Argentina, como uno de los últimos de la región en iniciar dicho descenso.

El CCP nuevamente estimó tres escenarios sobre el comportamiento de los casos de ahora en adelante: el optimista señala que el R llegará a 0,7 dentro de un mes y que por ende la incidencia de infecciones por coronavirus se reduciría a la mitad, llegando a menos de 500 casos diarios a fin de octubre.

Esta cifra, pese a ser optimista, aún es problemática, tanto por la presión que aún representa sobre los servicios hospitalarios como por continuar por encima de las capacidades del país para el rastreo y testeo de contactos para contener el brote. Creemos que una situación confortable de óptima trazabilidad de los casos y contención del brote solo se logrará si el número diario de casos cae por debajo de 100 ó 200 (como antes del mes de julio).

El segundo escenario, calificado como pesimista, prevé que si se revierte la tendencia a la baja actual y la tasa R aumenta a 1,15 se retornaría al catastrófico aumento exponencial de la curva de nuevos infectados y a fines de octubre volveríamos a registrar más de 1500 casos nuevos diariamente.

Finalmente, el tercer escenario calificado como neutro (y más probable), es que el país continúe bajando moderadamente la tasa de contagios hasta llevarla a 0,8 dentro de un mes, reportando entonces 700 casos diarios, una cifra más manejable que la actual pero que aún mantendría una presión problemática sobre los servicios hospitalarios de la CCSS.

El pronóstico en ese escenario neutro es que dentro de un mes, el 30 de octubre, el acumulado de fallecimientos será 1400, mientras que el número de personas hospitalizadas descendería a menos de 500, con alrededor de 200 en camas UCI, muy por debajo del nivel de saturación de 360 camas indicado por las autoridades.

Aunque la situación a nivel nacional parece estar mejorando, varias localidades presentan una situación epidemiológica alarmante, con tasas de contagio de 1,15: Santa Cruz, Cañas, Puntarenas, Buenos Aires y Pérez Zeledón.

En el otro extremo, Acosta y zonas rurales de Desamparados, Aserrí, y Corralillo; Golfito, Coto Brus y Corredores presentan las tasas R más bajas, indicativas de que la transmisión del virus está en gran medida contenida.

El CCP identificó 20 distritos o zonas calientes, muchas fueras de la GAM, donde las probabilidades de infectarse con la COVID-19 son altas: El distrito El Carmen (Barrios Escalante, Amón y la California principalmente) donde el riesgo es persistentemente alto por encima de 60% desde hace muchas semanas; Alajuelita centro, Pavas y Tirrases de Curridabat; y Tapezco de Alfaro Ruiz.

En estas “zonas calientes” la probabilidad de que en un hipotético baby shower haya un enfermo ronda o supera el 50%. Conviene notar que salieron de este grupo con respecto a la semana previa, los distritos Cinco Esquinas de Tibás y Hospital de San José.