Un grupo de pacientes que vive con enfermedades pulmonares y cardiacas en el país reclaman que la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) tiene desatendido su suministro de medicamentos en medio de la pandemia de COVID-19.

En un comunicado enviado por la Red de Enfermedades Raras de Costa Rica días atrás, los pacientes detallaron que desde que empezó la pandemia, las personas con hipertensión pulmonar están en una situación doblemente complicada no solo por la enfermedad que padecen o por la COVID-19 "sino también por el atraso que se ha dado en algunos casos con la entrega a tiempo de sus medicamentos, vitales para respirar".

Así lo confirmó la representante de Hipertensión Pulmonar y miembro de la Red de Enfermedades Raras de Costa Rica, Francini Romero a Delfino.cr, en una conversación en la que se nos detalló el problema:

La situación es que hay medicamentos que el médico tratante desde el mes de enero recetó y a la fecha los pacientes no los han recibido. Estos pacientes tienen condición de riesgo incrementada: tanto por su condición pulmonar como su condición cardiaca y no los están atendiendo".

Romero agregó que la complicación para acceder a los medicamentos es más aguda en los pacientes que padecen hipertensión pulmonar, fibrosis pulmonar y fibrosis quística, pues son los que más se afectados se han visto en este periodo:

Nuestra gran preocupación es que estos pacientes que ya tienen un riesgo y que ya conocen lo que es vivir aislados, ahora viven con el miedo de enfrentar esta pandemia en condiciones de salud deplorables. Desde hace cuatro meses la compra avanza demasiado lento y los pacientes están deteriorándose al punto de que se nos están muriendo: ya se nos murió una paciente hace un mes en el Hospital México a la espera del tratamiento. Si ese tratamiento hubiese estado cuando el médico prescriptor lo mandó, la historia de la paciente hubiese sido muy diferente".

Para ejemplificar la situación que están afrontando los pacientes, Romero relató el caso de una paciente de 20 años que volvió a complicarse tras 15 días de interrupción del medicamento, ya que aseguró que "estos pacientes son crónicos y muy severos y, aunque nosotros aplaudimos lo que está haciendo la Caja, no se puede atender un santo para desatender otro".

Según Romero, los medicamentos que en este momento están haciendo falta son el Bosentan y el Ambrisentan y, según confirmó la Caja tras una consulta realizada por este medio, ambos medicamentos se encuentran aún en trámite de compra para el abasto del Hospital San Juan de Dios, mientras que señalaron que el Calderón Guardia no ha presentado faltante. La información del Hospital México, que es uno de los que según la representante de los pacientes más problemas ha presentado, seguía pendiente al corte de esta edición.

La Caja sí confirmó que a la fecha se tienen dos usuarios autorizados para recibir la medicación, vía recurso de amparo, una situación que Romero no deja de lamentar pues señala que termina siendo la única vía para acceder a estos medicamentos:

La salud para pacientes con enfermedades raras se ha judicializado en el país. Los pacientes tienen la necesidad de acudir a la Sala Constitucional para que les den un medicamento que el propio médico prescriptor dijo que era para él, entonces el asunto es que se esperan hasta 8 o 9 meses para acceso al tratamiento, mientras sus pulmones y su corazón o su condición rara, los está invadiendo. El paciente tiene que pasar por el via crusis que se ha agudizado en la pandemia".

Según la asociación, la hipertensión pulmonar es una enfermedad considerada como una patología poco frecuente o rara (de las más de 7 mil enfermedades que existen en el mundo) que ocasiona un aumento en la presión en la circulación pulmonar que provoca que con el tiempo, el lado derecho del corazón se vuelva más grande debido a la resistencia y aumento de la carga de trabajo.

Entre los síntomas que los pacientes desarrollan destacan la dificultad para respirar durante sus actividades cotidianas, mareos, pulso acelerado, desmayos, dolor en el pecho, hinchazón de tobillos, estómago o piernas (por la retención de líquidos) y la coloración azulada en los labios y piel (al no llegar suficiente sangre al organismo). Conforme avanza la enfermedad el paciente se siente mayormente debilitado y dependiente. 

En la resolución número 14158 - 2020 la Sala Constitucional señaló que "las autoridades hospitalarias, no deben de asumir la presente pandemia, como una forma que nos lleve a un escenario, donde se le otorga permiso o carta blanca, para abandonar los diagnósticos y tratamientos de las personas aseguradas"; sin embargo y según la denuncia de estos pacientes, esa disposición no se está cumpliendo.