Seamos honestos. A estas alturas, ya todos sabemos lo que pasa cuando la Asamblea Legislativa hace interpelaciones; y la hecha este miércoles al ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, no fue la excepción: un vergonzoso circo.

Lo usual: diputados que hacen preguntas y no permiten que el interpelado responda; diputados que no hacen preguntas sino comentarios y cuando el interpelado quiere refutar, es callado con el tradicional "es mi tiempo"; y el más común de los actos de irrespeto que se presentan en estos eventos: las rupturas de quórum, la ausencia de Plenarios en el salón de sesiones y el escándalo mientras hay otros en el uso de la palabra.

No por nada la diputada del Partido Integración Nacional (PIN), Patricia Villegas Álvarez hizo un fuerte llamado de atención que, paradójicamente, fue interrumpido porque mientras lo hacía nuevamente el quórum se había roto.

Con todo respeto yo he estado acá desde que ustedes (ministro y viceministro) ingresaron, con respeto y ...