Por Dayanna Castro Sandí – Estudiante de la carrera de Odontología
“Nadie debe morir con los dientes en un vaso de agua”. Esta frase fue expresada por el Dr. Per-Ingvar Brånemark, el padre de la Implantología Oral; y es que parte de vivir una vejez de manera saludable es procurar una buena salud bucodental, ya que esto influye en la salud en general y permite una buena nutrición, factor clave para el bienestar de los adultos mayores (Cárdenaz et al., 2012).
Asimismo, cuando se tiene un inadecuada salud bucodental, los adultos mayores pueden tener afectaciones como la pérdida de piezas dentales, lo que trae a su vez dolor, problemas para masticar y hasta dificultades para sonreír debido a complejos por su dentadura. Cabe recordar que los adultos mayores están más propensos a trastornos como la depresión, por eso cuidar su autoestima en esta etapa de la vida es de suma importancia (Organización Mundial de la Salud, 2011, p. 77).
Una buena salud dental se procura desde el momento en que tenemos la capacidad de hacerlo por nosotros mismos; tener un correcto cepillado dental y visitar al odontólogo constantemente es de gran valor para llegar a la vejez con los dientes sanos. Sin embargo, cuando las personas envejecen, ocurren cambios en el organismo que afectan todo el cuerpo, a la misma vez los dientes y las encías. Según la Organización Mundial de la salud, “la mala salud bucodental en los adultos mayores se manifiesta en su mayoría en caries dental, enfermedades como la periodontitis (o enfermedad de las encías), pérdida de piezas, sequedad de boca y precáncer o cáncer de boca”(Organización Mundial de la salud, 2011).
Por otro lado, estas afectaciones a nivel oral pueden incrementar, debido al consumo de medicamentos o padecimientos de ciertas enfermedades; por ejemplo, el síndrome de Sjögren, el cáncer, entre otros. Esto pueden llegar a disminuir la salivación en el adulto mayor, por lo que están más propensos a desarrollar caries y, por ende, a perder sus piezas dentales. Además, pueden presentar infecciones con más facilidad, ya que al llegar la vejez el organismo va disminuyendo su capacidad de combatir infecciones. Por esto, tener un control odontológico más estricto en esta etapa de la vida es de gran importancia. Adicionalmente, si el adulto mayor tiene enfermedades que le limiten realizar su propia higiene oral, es importante que la persona que está a cargo de su cuido le realice la higiene al adulto mayor de manera correcta y que sea parte su rutina diaria.
Cuando ya hay pérdida de piezas dentales en los adultos mayores, es importante procurar reponerlas lo antes posible; esto para evitarles una mayor pérdida ósea, y asegurarse de que puedan alimentarse con facilidad. Si bien en la actualidad muchos de ellos utilizan prótesis dentales removibles y han aprendido a comer, hablar, sonreír y vivir con estas, hoy en día existen tratamientos modernos que permiten fijar las prótesis brindándoles una mejor estabilidad. Un ejemplo de esto son los implantes dentales. Estos brindan mayor estabilidad y mejor retención de esa prótesis que utiliza regularmente, los implantes permiten sustituir la raíz del diente perdido y después de un tiempo de sanado conforman una unión sólida con el hueso, funcionando como punto de anclaje para la prótesis dental ya sea fija o removible, pero soportada por los implantes dentales (Balarezo et al., 2019). Además, si el adulto mayor tiene alguna pieza dental en boca, existen otras opciones que se pueden valorar, por ejemplo, la opción de puentes dentales que también permite reponer una o varias piezas perdidas recuperando su mordida y claro la parte estética de su sonrisa que es muy importante para mantener alta su autoestima y seguridad (Instituto Maxilofacial, 2011).
Tener un envejecimiento saludable es crucial para el bienestar de los seres humanos. Alimentarse bien, disfrutar de una salud oral óptima, sin dolor, sin complicaciones y poder reír libremente a carcajadas, permite que los adultos mayores vivan esta etapa de su vida con gran plenitud.
