El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el día de hoy el inicio de medidas contra ciudadanos y empresas públicas chinas a quienes responsabiliza de la “reclamación, construcción o militarización a gran escala de puestos de avanzada en disputa en el mar del Sur de China o en el uso de la coerción de la RPC contra los reclamantes del sudeste asiático para impedir su acceso a los recursos marinos”.
Según informó la embajada de Estados Unidos en Costa Rica el Departamento de Comercio de ese país añadió 24 empresas estatales chinas a su Lista de Entidades, incluidas varias subsidiarias de la empresa China Communications Construction Company (CCCC), cuya subsidiaria China Harbour Engineering Company (CHEC) opera en Costa Rica.
Aunque la CHEC no fue incluida dentro de las 24 empresas que el Departamento de Comercio incluyó en la Lista de Entidades con operación restringida en Estados Unidos por estar vinculadas a intereses o actividades contra la seguridad de Estados Unidos, la embajadora estadounidense en el país, Sharon Day, señaló:
Costa Rica ha experimentado las faltas de CCCC al trabajar con su subsidiaria CHEC en el proyecto de ampliación de la Ruta 32. CCCC y sus subsidiarias son una amenaza a la soberanía, crecimiento económico y calidad ambiental de todo país”.
La empresa CHEC tiene a su cargo en el país desde noviembre del 2017 las obras de ampliación de 107 kilómetros de la ruta 32 entre Río Frío en Pococí y el centro de Limón, la cual ha tenido varios cuestionamientos del MOPT sobre la capacidad de cumplimiento de la empresa.
Según señaló la embajada, la CCCC fue la responsable del drenaje destructivo en el mar del Sur de China y uno de los principales contratistas que usa Pekín en su estrategia global conocida como “La nueva ruta de la seda”. El Departamento de Estado alegó que CCCC y sus subsidiarias “han participado en corrupción, financiamiento predatorio, destrucción medioambiental y otros abusos en todo el mundo”.
Por último, la embajada advirtió que no se debe permitir que China use a CCCC y otras empresas estatales como armas para imponer su agenda expansionista.
"Los Estados Unidos tomarán medidas hasta que veamos que Pekín detenga su comportamiento coercitivo en el mar del Sur de China, y apoyaremos a nuestros aliados y socios para resistir esta actividad desestabilizadora", agregó el Departamento de Estado.