¿Sabían que Costa Rica se encuentra en la región más peligrosa para las personas defensores ambientales? Para ponernos en contexto, de 212 asesinatos que ocurrieron en 2019 de personas defensores ambientales, 148 fueron en América Latina y gran parte de estos asesinatos se asocian con prácticas extractivistas como la minería y la industria petrolera. Además, como región tenemos una deuda grande en cuanto a la transparencia, la justicia y democracia ambiental. Estos problemas solo agravan las vulnerabilidades socioeconómicas y ambientales que existen en la región y en el país.

Ante esta situación nace el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe conocido como el Acuerdo de Escazú, porque justamente se adoptó en Escazú, Costa Rica, el 4 de Marzo del 2018, mismo día que marca con el natalicio y asesinato de la defensora ambiental hondureña y lideresa indígena lenca, Berta Cáceres.

¿Qué es el Acuerdo de Escazú?

El Acuerdo de Escazú marca un hito histórico al posicionarse como el primer Acuerdo jurídicamente vinculante para América Latina y el Caribe en garantizar los Derechos Humanos de Acceso a la Justicia, Participación Política e Información en materia de asuntos ambientales. Sus bases se remontan a la Declaración de Estocolmo de 1972 y la Declaración de Río de 1992 al abarcar por primera vez la importancia del Desarrollo Sostenible como pilar de toda sociedad y el derecho de todas las personas en ser actores esenciales en la toma de decisiones en materia ambiental y el rol de los Estados en consagrar la protección de las personas que defienden al medio ambiente.

Las disposiciones legales del acuerdo se fundamentan en los principios de igualdad y no discriminación, equidad intergeneracional, la soberanía de los Estados sobre sus recursos naturales y la igualdad en soberanía entre Estados, máxima publicidad de la información y los principios de no regresión y progresión ambiental.

Su proceso de entrada en vigor requiere de 11 ratificaciones, actualmente cuenta de 22 firmas y 9 ratificaciones de 33 países de la región que puede adoptar en sus ordenamiento jurídicos; es importante mencionar que, aunque no existe una fecha límite para su entrada en efecto, su pronta ratificación e implementación es primordial para el éxito de un acuerdo en beneficio de la democracia ambiental y salvaguarda de los Derechos Humanos en una de las regiones más críticas ante la crisis climática.

¿Por qué necesitamos este acuerdo?

Como vemos el Acuerdo de Escazú vendría a ser una herramienta que nos permita ir cambiando la fuerte y dolorosa realidad que vive hoy América Latina, de la que Costa Rica no escapa, sobre todo ante la creciente amenaza de procesos extractivistas que representan un peligro para el bienestar de las comunidades, los ecosistemas y del país en general. Ejemplo de estas amenazas son las ideas con respecto a la exploración y explotación de petróleo, la minería a cielo abierto y pesca de arrastre. Necesitamos herramientas como este acuerdo para poder hacerle frente a esta situación, que nos habiliten los mecanismos para recurrir a las instancias, para obtener la información, para tener voz en las tomas de decisiones.

Esto también toma importancia en el contexto de la crisis climática que vivimos, dado que las personas defensoras ambientales son las personas que ayudan con la recuperación y conservación de los ecosistemas, y que han trazado con sus prácticas, una ruta hacia la adaptación ante los efectos adversos del cambio climático, como lo son las poblaciones indígenas. Contar con una herramienta que les permita continuar trabajando en un entorno seguro, con sus derechos garantizados les permitirá a las personas defensoras ambientales continuar haciendo esta labor que beneficia a toda la región.

¿Cómo podemos actuar?

Todas y todos podemos sumarnos a exigir que el Acuerdo de Escazú sea parte de la realidad Latinoamericana, justamente hoy inicia una campaña regional para exhortar la firma y ratificación del Acuerdo de Escazú, en nuestro caso solo nos falta la ratificación, que a hoy está a la espera del segundo debate en la Asamblea Legislativa.

Les compartimos algunas acciones que pueden realizar (en tiempos de pandemia toca improvisar ese sentir social):

  • Súmense a la Red por el Acuerdo de Escazú en Costa Rica: Instagram @redescazucr
  • Suban una foto o video con el hashtag #Escazú Ahora y etiquétanos (@redescazucr @fridaysforfuture_costarica y @rjccr).
  • Únanse a nuestras cartas a las personas líderes de la región: http://bit.ly/Escazuopenletter.
  • Compartan nuestras gráficas en sus redes sociales para que más personas conozcan el acuerdo y se sumen a la campaña.
  • Informen a personas conocidas sobre el tema y su importancia.

Debemos tener presente que el Acuerdo de Escazú no es la solución mágica a todos los problemas que enfrenta América Latina y el Caribe, sin embargo, significa el precedente de un mecanismo que sienta las bases para que podamos consolidar estados, democracias y sociedades que tengan como su centro de acción el Desarrollo Sostenible, la disminución de brechas socioambientales y la protección del ambiente y los Derechos Humanos siempre. Por esto, somos muchas las voces que exigimos que el Acuerdo de Escazú sea nuestra realidad.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.