¡Lo logramos! Costa Rica ha hecho lo impensable y luego de un largo proceso en el que el proyecto país, llegar a convertirnos en un miembro permanente del mal llamado «el club de los países ricos», está por llegar a su final. Basta solamente, la aprobación del Congreso de adhesión y el pago de la membresía.
Y hago de mención de un proyecto país, porque el sueño de entrar a este órgano inició durante la administración Chinchilla Miranda, dirigido en ese entonces por la Sra. Anabel González, luego durante, la Administración Solís Rivera, bajo el mando del Sr. Alexander Mora, para ser concluido por la, ahora, exministra Dyalá Jiménez a quien el presidente Alvarado le encargó esta tarea.
Muchísimas personas estuvieron detrás de la aprobación de las reformas necesarias para cumplir con los requisitos de la membresía este Organismo, que busca mantener un cierto nivel de exclusividad entre sus miembros. Asesores y asesoras legislativas, ministeriales, diputados y diputadas, todos trabajando juntos para concluir un proceso que verdaderamente nos llevará a tener mejores prácticas como país.
La exministra Dyalá lo describió, en un conversatorio digital con los estudiantes de Comercio y Negocios Internacionales como la Universidad de los países, pero los que estamos acostumbrados a la verticalidad de las universidades, quizá nos sea un poco difícil visualizarlo así.
Personalmente, yo describiría la OCDE como un grupo de estudio, en donde los mejores de cada uno de los cursos, se reúnen para darse apoyo, pero a un nivel global, con 37 miembros —38 con nosotros— que trabajan en más de 300 comités que abarcan temas de impuestos, cambio climático, comunales y globales, y muchísimos más.
Son muchos los beneficios que como país podemos percibir, pero también la organización se beneficia con un país con una democracia tan sólida, respetuoso de los Derechos Humanos y con una posición en el mundo orientada a la conservación y al uso de energías limpias, por mencionar algunas cosas.
Se escuchan críticas, sobre algunas de las recomendaciones que la organización ha dado, como la de sistema de seguros de depósitos para los bancos, y eso es positivo, ya que la idea de esto es generar un debate técnico sobre las mismas, para tropicalizarlas y aplicarlas a nuestra realidad como país. Y esta frase «debate técnico» es primordial mantenerla presente, por lo mismo, la representación ante el organismo, como en el inicio, debe venir desde un ministerio como el de Comercio Exterior, no uno político, como el de Relaciones Exteriores y Culto.
Pero lo mostramos, mostramos lo que podemos hacer como país cuando nos proponemos un norte, una meta a la que queremos llegar, y es verdad en este momento estamos pasando por momentos difíciles, en temas de salubridad y económicos, pero no somos los únicos y con ese apoyo entre naciones es que será posible salir adelante.
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