La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) anunciaron este martes que el tratamiento equino preparado para luchar contra la COVID-19, sí logra inhibir los efectos del virus.
El tratamiento es desarrollado a partir de plasma de caballos hiperinmunizados con proteínas virales del SARS-CoV-2 y, según las últimas pruebas realizadas en la Universidad de George Mason, de los Estados Unidos, son capaces de inhibir la infectividad del coronavirus que produce la enfermedad del COVID-19.
Así lo informó el microbiólogo y químico clínico e investigador del ICP-UCR, Alberto Alape Girón, en la conferencia de prensa de reporte COVID-19:
Los resultados demuestran claramente que los caballos produjeron una gran cantidad de anticuerpos que bloquean la entrada del virus en las células humanas. Esto indica que el medicamento puede ser muy eficiente y que la cantidad que se va a requerir para tratar a los pacientes sería relativamente baja”.
El Clodomiro Picado anunció la semana anterior que ya se habían envasado con éxito los dos primeros lotes de las inmunoglobulinas equinas obtenidas a partir del tratamiento y que las formulaciones serían enviadas a proceso de control de calidad. El resultado de ese estudio fue el que se anunció esta tarde.
Paralelamente, este martes también se informó que las formulaciones ya superaron exitosamente las pruebas de esterilidad que efectuó el Laboratorio de Análisis y Asesoría Farmacéutica (Layafa-UCR), en las cuales se determinó que el suero tiene la esterilidad requerida para aplicarlo a los pacientes.
En el encuentro con la prensa, el jerarca de la Caja, Román Macaya Hayes, señaló que cuando la pandemia iniciaba en el país la CCSS y la UCR se unieron en diversas áreas colaborativas para luchar contra el COVID-19 y que uno de los resultados de dicha alianza fue la creación de anticuerpos heterólogos purificados a partir de plasma de caballos.
Según los resultados anunciados esta tarde, este plasma además de neutralizar al SARS-CoV-2, es 100 veces más potente que el plasma convaleciente que se obtiene de humanos.
Ahora el siguiente paso es un estudio clínico que efectuará la Caja Costarricense de Seguro Social y que definirá finalmente, si las formulaciones serán eficaces para el tratamiento de los pacientes con COVID-19.
Al respecto Alape señaló que:
Específicamente, se evaluará la capacidad del tratamiento para ayudar a los pacientes a eliminar el virus de los tejidos, mediante una prueba cuantitativa que se realizará en el Instituto Costarricense de Investigación y enseñanza en nutrición y salud (Inciensa) del Ministerio de Salud. También, se evaluará la respuesta de citoquinas proinflamatorias en los pacientes que reciben el tratamiento mediante pruebas especializadas que se realizarán en la Facultad de Microbiología de la UCR”.
Paralelamente, un grupo de profesionales de la CCSS y de la escuela de Medicina de la UCR está preparando el protocolo que se utilizará para el uso clínico del nuevo fármaco.
Dicho protocolo será presentado para su evaluación y eventual aprobación al Comité Ético Científico central de la CCSS y una vez que el protocolo esté aprobado por las partes, ya se podría poner en práctica.
Proceso de elaboración del tratamiento
En los últimos cuatro meses, los investigadores del ICP-UCR usaron varias proteínas del virus SARS-CoV-2 para inmunizar seis caballos donados y así inducir al sistema inmune de estos animales a producir anticuerpos específicos.
En total, fueron cuatro inmunizaciones con combinaciones diferentes de proteínas del SARS-CoV-2 que según la UCR, en ningún momento dañaron la salud de los animales.
Posteriormente, los científicos extrajeron la sangre y separaron las células sanguíneas de su parte líquida, llamada plasma sanguíneo, el cual contiene los anticuerpos.
Estos anticuerpos se purificaron en la planta farmacéutica del Instituto Clodomiro Picado de la UCR y, por último, se usaron para formular y envasar el nuevo medicamento, el cual es un líquido inyectable.