En momentos como estos en los que el país enfrenta una crisis económica y una pandemia, es cuando con más fuerza los emprendimientos están generando ideas para salir adelante y conseguir resultados positivos a pesar de la situación provocada por la enfermedad.

Uno de estos ejemplos es el restaurante Oti’s, ubicado en Orotina, un negocio familiar que abrió sus puertas hace un año y 6 meses, para ofrecer servicios alimenticios de todo tipo.

El restaurante está bajo la administración de María Lizeth Acosta, quien está al frente de la operación. Acosta asegura que la nueva normalidad los ha obligado a trabajar mucho más y que el proceso para salir ha sido muy difícil, pero también asegura que han hecho todo lo posible por brindar un servicio nuevo que se enfoque en el servicio al cliente y en su comodidad. 

Siguiendo esta línea dentro del marco de la crisis por la enfermedad COVID-19, la emprendedora tomó la decisión de implementar todas las medidas sanitarias necesarias para mantener su PYME en pie y seguir generando ventas y trabajo.

Por esta razón optaron por buscar una opción sencilla y nueva para que sus clientes pudieran desinfectarse antes de entrar al restaurante, sin necesidad de manipular muchos instrumentos o destinar a una persona encargada del área en específico.

Así las cosas, el negocio optó por invertir en un equipo de lavado de manos automatizado, el cual es el primero en utilizarse en el país, para el uso y seguridad de sus clientes. Además, guían a  sus clientes al entrar con una grabación previa personalizada informando los pasos a seguir. 

La proveedora del equipo, Daniela Badilla, explicó a Delfino.cr como funciona:

El equipo funciona con jabón amonio cuaternario de última generación y agua, dispensa la cantidad necesaria para que sea un lavado eficaz removiendo el 99.99% de microorganismos de nuestras manos en 12 segundos. Las ventajas son que estandariza el lavado de manos, ahorro de agua y jabón, eliminación del 99.99% de microorganismos de las manos, funciona en toda la superficie de las manos, no hay contacto con superficies (como la llave del tubo o dispensador de jabón)".

De esta forma, el emprendimiento se ha enfrentado a la crisis por COVID-19 y a raíz de los cambios e innovación se adaptan a las regulaciones para brindar un ambiente más seguro tanto para sus clientes como para el personal.

Según la empresaria Acosta,  “con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo se puede salir adelante”.