El Ministerio de Salud confirmó este viernes que quienes habiten con personas que estén confirmadas con COVID-19 y manifiesten síntomas, serán consideradas como casos positivos a partir de ahora. Por tanto, a estas personas les regirá orden una sanitaria de aislamiento como si su prueba ya hubiese dado positivo, lo cual representa el cambio principal anunciado esta tarde.

Así lo definen los nuevos lineamientos de vigilancia de la enfermedad COVID-19 que el Ministerio actualizó esta semana y en el que se definió que el nexo será suficiente para prescindir de la prueba diagnóstica respectiva.

El anuncio lo realizó el Ministro de Salud, Daniel Salas Peraza en la conferencia de prensa de este viernes:

En adelante, las personas que convivan en un núcleo con una persona que ya haya salido positiva refiere a síntomas, no se le va a estar realizando la prueba y se le considerará caso positivo para efectos prácticos. Insisto en que tiene que haber síntomas, no es que cualquier persona en el núcleo familiar ya se considera un caso pero el aislamiento sí se va a ordenar para todo el núcleo familiar".

La medida se toma en respuesta a una serie de incidentes que se han registrado en los últimos días en los laboratorios de procesamiento de las pruebas.

Según detalló el gerente médico de la Caja Costarricense del Seguro Social, Mario Ruiz Cubillo, ayer la máquina que procesa las PCR estuvo fuera de funcionamiento durante 4 horas, por lo que la institución y el Ministerio de Salud tuvieron que idear una estrategia para que el procesamiento continúe y entre la que destaca esta primer medida anunciada.

La microbióloga y asesora Institucional para el Diagnóstico de Laboratorio para COVID-19, Angie Cervantes, agregó que los laboratorios que procesan pruebas de COVID-19 en el país han registrado 700% de incremento en la demanda de trabajo en las últimas semanas y que en este momento, hay 4523 pruebas pendientes de procesar, de las cuales 2985 fueron tomadas a pacientes asintomáticos y 1538 a pacientes sospechosos de COVID-19.

Ese, sin embargo, no es el único problema que afronta el sistema de pruebas: la notificación también ha sido uno de ellos. Según anunció Cervantes, las pruebas de pacientes hospitalizados tardan cerca de una hora en procesarse; las pruebas de pacientes sospechosos entre 5 y 6; sin embargo, dicho resultado tarda en notificarse entre 24 a 48 horas.

A ello hay que sumar que se han confirmado casos confirmados o contacto de casos sospechosos en personal que procesa las pruebas; y los equipos han fallado hasta tres veces, lo que retrasa aún más el procesamiento de las pruebas.

Por ello y para agilizar el proceso y soltar la saturación de las pruebas, las instituciones empezaron un proceso de regionalización de los test que equiparía para diagnosticar a los hospitales de Liberia, Puntarenas, Limón y Pérez Zeledón y que estaría listo durante el próximo mes de agosto.

Salas confirmó un atraso en la notificación de cerca de 3.500 órdenes sanitarias, ubicadas principalmente en el cantón de San José, producto del aumento de casos registrado en las últimas semanas.  El jerarca explicó que la saturación de trabajo de las áreas de salud impidió o retrasó la notificación, por lo que existen personas que están prontas a cumplir los 14 días de aislamiento y no recibieron el documento (cerca del 20%).