La demanda formal de Simone Biles y otras 147 deportistas contra el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos por encubrir casos de abuso sexual trajo repercusiones a nivel mundial. Este miércoles la Federación de Gimnasia de Reino Unido emitió un comunicado oficial indicando que iniciará una investigación ante posibles abusos hacia sus gimnastas.
Esta medida se da tras las fuertes declaraciones de la gimnasta Francesca Fox en la cadena ITV. La atleta olímpica (en Londres 2012) denunció que los entrenadores no paraban de decirle "gorda" y que "parecía un hipopótamo", por lo que debía pesarse 10 veces al día.
La directora ejecutiva de British Gymnastics, Jane Allen, comentó:
Los comportamientos que hemos escuchado en los últimos días son completamente contrarios a nuestros estándares de entrenamiento seguro y no tienen cabida en nuestro deporte. La Unidad de Integridad de la Gimnasia Británica está establecida para investigar todas las acusaciones cuando nuestra red nacional de oficiales de bienestar de clubes y regionales los informe o identifique".
Aunado a la denuncia de Fox, Lisa Mason aseguró que la obligaron a entrenar hasta que que sus manos estuvieran desgarradas y sangrando.
También me ponían Astroturf debajo de los barrotes para quemarme los pies si no los mantenía".
Por su parte, otra gimnasta anónima confesó que su entrenador la encerró en un armario cuando apenas tenía 10 años.
British Gymnastics anunció la contratación de la investigadora Jane Mulcahy QC para para descartar mayor cantidad de casos. Mulcahy tiene 25 años de experiencia trabajando en tribunales civiles, arbitraje y tribunales deportivos, incluido el Tribunal de Arbitraje Deportivo. Ella es la encargada de sentarse en el Panel de Apelaciones de la Junta de Cricket de Inglaterra y Gales en casos de protección infantil. Allen cerró el comunicado indicando:
Está claro que los gimnastas no sentían que podían plantear sus preocupaciones a British Gymnastics y es vital que una Revisión Independiente nos ayude a comprender mejor por qué para que podamos eliminar las barreras lo más rápido posible".
En 2018, Larry Nassar fue sentenciado a 175 años de cárcel por abusar sexualmente de 250 atletas mientras trabajaba como el médico oficial del equipo gimnástico de Estados Unidos.
En febrero del 2020, los abogados que representan a USA Gymnastics hicieron una oferta de 215 millones de dólares a las atletas para liberar al Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos de cualquier reclamación actual o futura. Esta oferta fue rechazada por las más de 140 víctimas de Nassar.
Según una investigación realizada por la firma de abogados Ropes & Gray, tanto Scott Blackmun (ex director ejecutivo de la organización) y Alan Ashley (el exjefe de rendimiento deportivo) estaban informados sobre las agresiones sexuales de Nassar desde julio del 2015.
Nassar no fue despedido, renunció como coordinador médico del equipo nacional en septiembre del 2015 y continuó tratando pacientes en la Universidad Estatal de Michigan hasta septiembre del 2016.