El costo del caos vial

Desde hace muchos años hemos vivido como Costa Rica adolece de un trasporte público eficiente y también hemos visto como el caos vial ha crecido y particularmente con mayor medida en el Gran Área Metropolitana “GAM”, este caos es una de externalidad negativas, que nos ha afectados durante muchos años a todos, ya sea que nos desplacemos en vehículos particulares o mediante trasporte público. ¿Cómo se explica esta afectación? Muy simple, hay que ver la red vial, como un bien público, en donde, todos los días aumenta la cantidad de vehículos que hacen uso de este bien, saturándose la congestión vehicular y afectándose la red vial e incrementándose, la congestión vehicular, afectándonos con la pérdida de tiempo en las presas, la contaminación ambiental, que repercute en el deterioro de nuestra salud, e indudablemente el costo en términos económicos que esto representa para todos y para el país.

Ahora bien ¿Qué se requiere para solucionar esta situación? Es claro que, lo requerido es la intervención del Estado en ejercicio de su función de establecer el marco jurídico dentro del cual se realizan las transacciones económicas y su actividad de producción de bienes y servicios, con el objetivo de solucionar la externalidad antes explicada, mediante inversión pública, sustentada en una política fiscal expansionistas aplicable a situaciones de crisis económicas, como la que está viviendo el país por la emergencia sanitaria por COVID-19. ¿Como matizar esto cuando hay un costo de oportunidad de los recursos? En la situación actual de la pandemia por el COVID-19 resulta muy difícil pensar en una política fiscal expansiva, por ejemplo, con más gasto del sector público, más inversión pública, cuando hay otros elementos que urge atender tales como cubrir los gastos de salud, la deuda pública y atender a las familias sin empleo.

Estrategia del Estado

Ante la situación económica del país, por la emergencia sanitaria del COVID-19, que tiene al país en una recesión económica, el Gobierno ha planteado como estrategia para sacar a delante la economía, realizar una inversión en la red vial entre 2020 y 2021 por ¢1.1 billones dentro de las que se destacan: inversión en la ruta 27 ($500 millones), ruta 32: San José – Río ($640 millones), ruta 1: Corredor Vial San José – San Ramón (US$400 millones), la ruta 2: San José – Cartago 400 ($400 millones) y la construcción de un tren eléctrico, por $550 millones, mediante un crédito con el Banco Centroamericano de Integración Económica “BCIE” a un plazo de 25 años con una tasa inferior al 2% anual y un periodo de gracia de 5 años, el cual se pagará con los ingresos que el mismo tren genere. Este tren conectara las ciudades de Cartago, San José, Heredia y Alajuela y se estima que en la fase de desarrollo genera 1200 empleos directos y unos 1470 empleos en la fase operativa, el proyecto costara $1235 millones, $685 los aportara el inversionista y la diferencia de US$550 millones los aporta el Estado.

No hay duda qué, la estrategia de inversión del Gobierno, conforme a las teorías económicas, reactivarían la economía del país, estimulando la actividad empresarial privada y la generación de empleo, además se reduciría la contaminación ambiental, lo que repercutirá en una mejora en salud de la población y se solucionaría el caos vial existe hoy día.

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